jueves, 15 de octubre de 2015

La montaña sagrada de Ybsambul

                         En Memoria de Khaled Al-Asaad ( 1933 - 2015 ), que dio su vida por Palmyra
Abu Simbel

Abu Simbel. Acuarela de David Roberts (1796-1864)

-¡¡¡ Bahhh... ir en avión no tiene gracia...¡¡¡ Yo salí por la noche desde Asuán, después de cenar. Negocié un taxi para llegar allí por la mañana. Son unos 300 kilómetros por la carretera de Nubia. Un camino de cabras sin asfaltar, que ni te imaginas. Con decirte que hasta nos reventó una rueda... Quedamos tirados como colillas en mitad del desierto....

Yo creía que era el único chiflado de los viajes, pero mi colega, que también se llama Ignacio, estaba peor que yo.

-Ostras... estás como una cabra, Ignasi...¡¡¡ -era su nombre de pila- ¡¡¡ Qué faena...¡¡¡¿Y conseguiste llegar a Abu Simbel?... 
-Sí... y menuda aventura. Nos ayudaron unos beduinos que aparecieron por allí en caballo. Además me hice muy amigo del taxista, sin entender ni palabra de lo que decía. Él hablaba, yo también, y los dos nos reíamos, jaja.... de traca. Cuando llegué de vuelta a Asuán, al día siguiente, otra vez de noche, me parecía que había pasado una semana. Estas cosas hoy ya no suceden, qué pena... hasta tú mismo vas en avión - puso cara de desilusión mirándome de reojo, aunque ya sabía que lo decía de broma-

-Pero tú...vamos a ver... ¿cuando estuviste allí? - le pregunté sorprendido-
-A principios de los ochenta... dos o tres años después de acabar la carrera...no sé
-Claro, cuando tú fuiste no había ni carretera, y solo debía de haber avionetas en plan Indiana Jones. Eres una leyenda viva Ignasi, jajaja... 
>No, yo estuve en 1988 y solo había un avión al día, muy temprano, pero luego volví, en 1999, y ya había muchos vuelos diarios. Fue cuando comenzaron las visitas nocturnas, el espectáculo de Luz y Sonido, los cruceros por el Lago Nasser y todo eso. Y ahora creo que hay una autopista acojonante y que está lleno de hoteles de lujo. Un mogollón de turistas van todos los días allí, como si lo regalaran... Miles. Abu Simbel es la hucha de los tiempos modernos de Egipto. 

-Si, está claro que Ramsés los puso a vivir a todos, tres mil y pico años después... 
-Jajaja... tienes razón. Hasta hace pocos años, los grupos hacían cola para entrar, desde el amanecer hasta la noche. Que conste que la visita nocturna es muy buena, pero ahora, con la crisis económica y el problema islámico, no sé cómo estará aquello.
>Pero a lo que íbamos... fui en avión y que conste que no le pongo peros a las aventuras, de sobra lo sabes... pero tenía muy poco tiempo. Salí a las seis de la mañana de Asuán, vi Abu Simbel de arriba abajo, y a mediodía estaba de vuelta comiendo en el barco del crucero del Nilo, como los señores. 
>Ya ves...todo se pierde, Ignasi...soy un turista de salón. Me daré unos latigazos por ello...
-Nada, no cuela, no te disculpes. Eres un burgués Nacho, jajaja....¿otra caña...?

Egipto 1988  
Lo que se narra a continuación, incluidas fotografías, es el resultado de dos viajes a Egipto. La primera vez, en 1988 llegué allí sobre las 8.00h, pero la segunda vez, en 1999 fue a media tarde, por lo que la fachada estaba en sombra. Pudimos cenar al aire libre, viendo el espléndido espectáculo de Luz y Sonido, y pudiendo entrar al templo sin problema ni horario hasta las 24.00h. Eso sí, estaba prohibido hacer fotos con o sin flash. Al día siguiente, al amanecer, iniciaríamos un recorrido por el Lago Nasser, pero esa es otra historia que algún día contaré ...


Abu Simbel desde el avión. Foto Nacho SM

De casualidad...
Ya me habían dicho que había que buscar un asiento pegado a las ventanillas de la izquierda, y delante del ala. En el aterrizaje, durante un segundo escaso, el avión pasa por encima del Templo de Abu Simbel, y si uno está atento puede sacar una foto. No hay tiempo a más. Y así fue... salió lo que salió, y gracias...


Abu Simbel. Foto Nacho SM

La primera visión de Abu Simbel deja a uno con la boca abierta. Como hay que rodear la montaña llegando desde la parte de atrás por un sendero de tierra y arena, poco a poco va asomando a nuestra izquierda, y sin darte cuenta vas acelerando el paso. En realidad, todo el mundo sabe lo que va a ver, pero como sucede siempre ante los grandes monumentos de la Historia, la impresión al estar delante, y más con aquel tremendo calor, supera con creces todo lo imaginado previamente. 


Abu Simbel. Foto Nacho SM

Poco se puede añadir de Abu Simbel, que no se haya dicho ya en infinidad de publicaciones especializadas, revistas de viajes, textos académicos, novelas históricas, y que cualquier amante del mundo antiguo, y si es viajero con más motivo, no conozca. Es un monumento conocido en todo el mundo, incluso antes de que fuera incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad UNESCO en 1979.

Pero, además de su belleza intrínseca, el hecho de ser la construcción ramésida más alejada de los centros urbanos de influencia de la XIX Dinastía, en tiempos del Gran Ramsés II y en el borde Sur de Egipto, en la Baja Nubia, en la segunda catarata del Nilo, le da una grandeza que impone respeto, y uno se queda sin palabras. 

Como construcción fronteriza, fue edificado para advertir a todo el que llegara desde el Sur, de que estaba a punto de entrar en las tierras negras de Kemet, (nombre del Antiguo Egipto), gobernadas por el mismísimo dios User Maat-Re Setepen-Re Ramsés- Meriamón.
Su programa iconográfico interior, celebra la victoria sobre los hititas en la Batalla de Kadesh, y sobre otros pueblos de su tiempo.

Ramsés II, el Poderoso Toro, (el nombre inscrito en su cartucho significa: la justicia Maat de Ra es poderosa. Ramsés elegido de Ra,), el que había derrotado triunfalmente a los Hititas en la Batalla de Kadesh, a los libios y nubios en otras campañas. El "hijo de Ra" había unificado las dos tierras del Nilo, expulsando a sus enemigos y trayendo la paz.


Abu Simbel. Foto Nacho SM

Se inició su construcción en el 1284 a.C. y fue terminado 20 años después, en el año 1264 a.C., es decir, en el año 24 de Ramsés II como "Hijo de Ra", Faraón de Egipto. Tiene por tanto 3.280 años de antigüedad. El templo estaba consagrado a la triada Amón-Ra, divinidad principal de Egipto, Ra-Horakhty o dios de los dos horizontes, salida y puesta del sol, y Ptah, creador de todas las cosas, constructor y divinidad de las sombras del inframundo. A la que se sumó su constructor: el propio Ramsés, como deificado.


Abu Simbel. Foto Nacho SM

El edificio es un speos, es decir una construcción rupestre mezcla de templo e hipogeo, cuyo interior está excavado y vaciado en la montaña, y su fachada está tallada en la roca caliza, en una pieza única. La composición de la fachada, basada en la tipología del pilono tradicional, es rectangular, con 38 mt de anchura total y 33 mt de altura. Es simétrica de eje central, con cuatro colosos sedentes de Ramsés II portando la doble corona del Alto y Bajo Egipto, diadema con la cobra Uraeus en la frente, tocado rayado Nemes y barba postiza como Osiris. Su gesto es hierático, reflejando la máxima expresión de su soberanía. Dos a cada lado. Cada estatua mide 20 mt de altura. 

El conjunto, que mira exactamente a la orientación Este, está coronado por una moldura convexa, del tipo toroidal con representaciones en bajo relieve de cabezas de cobra uraeus, de la serpiente Uadyet, diosa protectora de los faraones. Por encima se remata con un friso sobre cornisa en dosel, en alto relieve, de 22 babuinos sentados, con los brazos extendidos en actitud de adoración al sol naciente.


Abu Simbel. Detalle. Foto Nacho SM

Sobre la puerta de entrada central se sitúa la estatua de Ra-Horakhty erguido, con cabeza de halcón coronado con el disco solar, como Horus del amanecer, y alojado en un nicho rectangular. En su mano lleva la pluma de Maat, diosa de la Justicia y la Verdad. La estatua está flanqueada a ambos lados por los bajorrelieves tallados que representan a Ramsés en actitud de adoración.


Ra Horakhty. Foto Nacho SM
Abu Simbel. Foto Nacho SM

Entre sus piernas, siguiendo el canon jerárquico de tamaños, están esculpidos diferentes miembros de su familia: madre, esposa real, sus seis primeras hijas princesas y dos hijos príncipes. Los colosos están sobre un zócalo-base que narra en jeroglífico la grandeza y atributos del faraón, y describe en relieve hundido series de prisioneros nubios y asiáticos encadenados.


Abu Simbel. Detalle. Foto Nacho SM
Abu Simbel. Detalle. Foto Nacho SM

Tras el tiempo faraónico, las arenas del desierto de Nubia fueron cubriendo el conjunto, cayendo en el olvido tanto el templo, como la civilización egipcia. Ybsambul, llamaban los beduinos del desierto a aquella extraña montaña de arena, en la que asomaban unas raras cabezas gigantes, que les despertaba un cierto temor.

Guiado por los rumores, Johann Ludwig Burckhardt (Lausana 1784-1817), occidental convertido al Islam, lo descubrió en 1813 en el transcurso de sus viajes por Oriente como espía inglés. Justo un año antes había descubierto también Petra, la capital del reino de los Nabateos. Pero no pudo acceder al interior por estar completamente cubierto de arena. Pero eso no fue ningún problema para el intrépido Giovanni Battista Belzoni (Padua 1778-1823) que lo desenterró parcialmente, para entrar por primera vez el 1 de Agosto de 1817, yéndose con todo lo que pudo de su interior, al igual que había hecho en otros templos, tumbas y pirámides de Egipto.

"...en su interior el calor era tan sofocante que apenas pudimos realizar algunos dibujos, dado que el sudor de nuestras manos, humedecía inmediatamente el papel. Por consiguiente, dejamos esta tarea para los viajeros que nos sucedan, quienes disfrutarán de mejores condiciones, a medida que el templo se enfríe..." 
                                                                                                          (Belzoni. Narrative. 1820)

En este contexto de exploraciones, mencionaremos que el 18 de Octubre de 1817, tres meses después de entrar en Abu Simbel, Belzoni descubría la Tumba de Seti I (KV 17), padre de Ramsés II, en el Valle de los Reyes de Luxor, llevándose el espléndido sarcófago de alabastro, adquirido posteriormente por Sir John Soane, y que hoy se puede admirar en el museo homónimo de Londres. Asimismo, el 2 de Marzo de 1818, entraba por primera vez en el interior de la Pirámide de Kefrén, en Gizeh, dejando su firma en la cámara funeraria

En 1818, Henry Salt, Cónsul General británico de Egipto, consiguió entrar en Abu Simbel, despejando la entrada y descubriendo que los colosos estaban sentados y no de pie. La temperatura media en su interior era de 112º F, equivalente a 45 ºC. 

A partir de esta fecha se suceden las exploraciones científicas, provistas de equipos de medición, dibujantes, grabadores... y las visitas de turistas desde Europa.


Abu Simbel. Graffitis históricos. Foto Nacho SM

Fruto del interés de los viajeros europeos por el Antiguo Egipto, cuyo universo artístico y formal tuvo tanta influencia en la moda europea durante el s.XIX y principios del s.XX, podemos ver que todo el monumento está repleto de graffitis, aspecto que no pasa inadvertido, sobre todo en los pies de los colosos junto a la entrada.

A Handbook of Architectural Styles (NY Charles Scribner´s Sons 1895)
Center for Instructional Technology University Florida-USA

La organización arquitectónica del Templo de Ramsés II, de Abu Simbel, que se aprecia en la sección obedece a la secuencia tradicional de espacios en disminución de altura hasta la Cámara Santuario final: Los Colosos Sedentes, apoyados contra el muro inclinado de la fachada de la entrada, siguiendo la tipologia arquitectónica de los pilonos egipcios, están mirando hacia el Sol Naciente. Tras el umbral de entrada, y en orden decreciente de altura, nos encontramos con el Primer Vestíbulo, o Sala Hipóstila, de 18 mt de longitud, en la que están representadas ocho grandes pilares con estatuas de Ramsés, deificado como Osiris, cuatro a cada lado flanqueando el tránsito. Tras ellas se reparten muros y cámaras con bajorrelieves pintados que narran las grandes gestas del faraón: a la derecha las correspondientes a la célebre Batalla de Kadesh, sucedida en el valle del río Orontes, y a la izquierda otras batallas victoriosas contra libios y nubios. 

La puerta final comunica con otra sala de cuatro pilares, más pequeña y baja de altura, con pinturas de Ramsés y su esposa Nefertari. A continuación, y a menos altura, se accede a la antecámara de proporción estrecha y transversal, para llegar finalmente a la Cámara Santuario donde están las cuatro esculturas sedentes talladas en la roca caliza, en el eje de simetría del templo y mirando hacia la puerta de entrada.


Sala Hipóstila. Foto Dennis Jarvis-Wikipedia
Cámara de las 4 divinidades. Foto: Autor desconocido

El Santuario fue construido con tal precisión que, dos días al año, los días 21 de Octubre y 21 de Febrero, es decir 61 días antes y después del Solsticio de Invierno, los rayos del sol del amanecer penetran horizontalmente hasta el fondo iluminando las figuras sedentes, produciendo el mundialmente conocido "Milagro del Sol" de Abu Simbel. 


Milagro del Sol. Fuente: elespectador.com Uruguay- EFE

El fenómeno solar que dura unos 10 minutos, atrae a cientos de turistas y prensa mundial, que se apelotonan en la Sala Hipóstila, dejando un mínimo paso a la luz. El acto, además de su carácter astronómico e histórico incuestionables, suele tener cariz institucional, estando presidido por las principales autoridades de Egipto, e invitados de otros países.


Milagro del Sol. De derecha a izquierda: Ra-Horakhty, Ramsés, Amón-Ra y Ptah.
Fuente: Todoegipto.org

La alineación solar se produce desde hace 32 siglos. El sol comienza iluminando la cámara desde la derecha, y en primer lugar a Ra-Horakhty, como Horus del amanecer. A continuación al propio Ramsés deificado y portando la corona azul Jepresh, usada para las ofrendas a los dioses y recibir así su energía. A continuación se ilumina Amón-Ra y, finalmente el sol se detiene ante Ptah, cuarta divinidad a la izquierda. El dios de las sombras, relacionado con el inframundo.

La posición relativa de los cuatro dioses sedentes, no es por tanto casual. El orto helíaco astronómico, o primera aparición de la estrella Sirio en el horizonte del Este, es en estas fechas, por lo que la imagen de Ramsés era bañada por la luz y la energía de la estrella solar y de Sirio. Hay que tener en cuenta que la aparición helíaca de Sirio ( Alfa Canis Maioris), marcaba el inicio de las crecidas del Nilo, y sus inundaciones fertilizaban los campos de Kemet con su limo, llevando la prosperidad al pueblo.

Algunos autores sostienen que las fechas podrían coincidir con la coronación de Ramsés en Febrero, y con su cumpleaños en Octubre, con lo que la conjunción sería absoluta.

La misma prosperidad obligó a regular las crecidas e inundaciones del Nilo en tiempos del Presidente Gamal Abdel Nasser. Para ello fue necesario construir una gran presa en Asuán, que mejorase la existente, y su consecuencia fue el considerable aumento del nivel de las aguas en Nubia. El Lago Nasser, una extensión embalsada de 550 km aguas arriba por 35 km de anchura dejaría sumergidos todos los monumentos egipcios de Nubia. 
Ante el problema sobrevenido, el Gobierno de Egipto hizo una llamada internacional, junto a UNESCO para su salvación, bajo el titular:

Ahora o nunca

"El poder que creó los monumentos colosales está amenazado hoy...nos habla en una voz tan importante como la de los arquitectos de Chartres, como la de Rembrandt...Su suplica es histórica, no porque proponga salvar los templos de Nubia, sino porque con ella la civilización global demanda por primera vez y públicamente el arte del mundo como su herencia indivisible. Solamente hay una acción sobre la que la indiferencia de las estrellas y el eterno murmullo de los ríos no tienen ningún dominio, es el acto por el cual el hombre arrebata algo a la muerte". 
             (Desroches Noblecourt, Sarwat Okasha y André Malraux. 8 de Marzo de 1960)

Abu Simbel ejerció siempre un fuerte magnetismo sobre el mundo occidental, y gracias a ello la llamada de auxilio de UNESCO, en 1960 tuvo una respuesta positiva. En 1959 se inició la campaña de salvamento, desmontaje y reubicación de los monumentos egipcios de Nubia, que se prolongó durante una década. Varios monumentos fueron despiezados bloque a bloque y trasladados a lugares más elevados. Algunos de ellos, como el Templo de Debod de Madrid, fueron regalados por Egipto en agradecimiento. Una operación de ingeniería, a la que se sumaron 50 países, y que quedará para la Historia como ejemplo de solidaridad y amistad entre los pueblos del mundo.


Desplazamiento Abu Simbel. Maqueta Zureks UNESCO.
Nubian Museum Aswan

Los dos templos de Abu Simbel fueron troceados, desmontados y trasladados 180 mt más atrás y elevados 65 mt de altura respecto a su cota original, manteniendo su orientación y posición relativa, como se aprecia en la maqueta del Museo de Asuán, y en infinidad de fotografías que llenan la red global. Para ello se construyó una gran bóveda de hormigón armado, hoy visitable, que fue revestida simulando una montaña artificial, idéntica a la original. Los interiores están ahora rigurosamente climatizados, con control anti sísmico, de temperatura y humedad.
Por otra parte, el "Milagro del Sol", tras los oportunos cálculos, seguiría produciéndose en el nuevo emplazamiento exactamente igual, pero con un día de retraso.


Desplazamiento Abu Simbel. UNESCO.



Esta titánica obra de ingeniería, iniciada en 1964 , en catorce monumentos de la Baja Nubia, está descrita magistralmente en el libro "La Grande Nubiade" de la egiptóloga francesa Christiane Desroches Noblecourt (Paris 1913-2011), encargada por UNESCO para inventariar y documentar todos los monumentos nubios desplazados.


Abu Simbel. Fuente:La voz de Egipto
Templo de Ramsés II. Abu Simbel. Foto Nacho SM

Pero no podemos olvidar que el conjunto está formado también por el Templo de Nefertari, Gran Esposa Real de Ramsés II. Más reducido en sus dimensiones generales, al igual que su homólogo está excavado en la roca y consagrado a Hathor, la diosa del amor, la música y la belleza. Fue igualmente desmontado y trasladado, manteniendo su posición relativa respecto al de Ramsés en cuanto a diferencias de cota, distancia, ángulo, etc... 

Templos de Ramsés II y Nefertari. Abu Simbel. Foto Nacho SM
Templo de Nefertari. Abu Simbel. Foto Nacho SM

Su fachada simétrica está compuesta por seis grandes estatuas erguidas de 10 mt de altura, y separadas por contrafuertes grabados con jeroglíficos en bajo relieve. Cuatro dedicadas a Ramsés II y dos a Nefertari, con los hijos a sus pies siguiendo el modelo del Templo de Ramsés. La entrada se sitúa en el centro. Fue construido como homenaje a su esposa, siendo uno de los escasos ejemplos de grandes templos dedicados a una mujer en el Antiguo Egipto. La inscripción sobre la entrada dice:

"...Una obra perteneciente por toda la eternidad a la Gran Esposa Real Nefertari-Merienmut, por la que brilla el Sol."


Templo de Nefertari. Abu Simbel. Foto Nacho SM

Los títulos de Nefertari, que figuran en la fachada, y en el interior son:
-Señora de las dos Tierras
-Señora de todas las Tierras
-Esposa del Dios
-Princesa heredera
-Por la que brilla el Sol
-Amada de Mut : (Nefert-Ary Merit-En-Mut)

Grupo izquierda.Templo de Nefertari. Abu Simbel. Fotos Nacho SM
Desde izqda: Ramsés II  con Corona del Alto Egipto
Nefertari con atributos de la diosa Hathor
Ramsés II con Corona del Alto Egipto
Grupo derecha.Templo de Nefertari. Abu Simbel. Fotos Nacho SM
Desde izqda: Ramsés II  con Doble Corona del Alto y Bajo Egipto
Nefertari con atributos de la diosa Hathor
Ramsés II con Corona Atef de Osiris

Su interior tiene un esquema similar al Templo de Ramsés. Tras la entrada se abre una sala hipóstila con tres pares de pilares  cuadrados, cuyos capiteles representan la cabeza de la diosa Hathor, a continuación la antecámara con dos pequeñas salas almacén, y finalmente la cámara santuario con representaciones en alto relieve de Hathor, entre dos pilares osiríacos. Todas las salas están repletas de escenas cotidianas entre Ramsés y Nefertari, y de ofrendas a diferentes deidades, con su policromía bien conservada.


Templo de Nefertari. Abu Simbel. Foto Anaritz 22  

Suele pasar que en Egipto no permiten hacer fotografías en el interior de los museos, ni de los templos, ni por supuesto del interior de las Tumbas del Valle de los Reyes, de las Reinas, de los Nobles, de los obreros, etc. Da igual sin flash que con él. No obstante siempre hay algún viajero que lo consigue, como en este caso Anaritz 22
Yo no tuve esa suerte en ninguno de los dos templos.

Ramsés II, el Horus victorioso, el Poderoso Toro, fue faraón de Egipto durante 66 años, dejando una profunda huella en su tiempo, que ha llegado hasta hoy de muchas maneras...Su figura está en la leyenda y el mito, en la literatura y el cine, en la fantasía... Fue uno de los gobernantes más importantes del mundo antiguo, el faraón más conocido, el que más monumentos construyó, y uno de los Sema-Tawy.


Relieves del Sema-Tawy. Templo de Ramsés II. Abu Simbel

A ambos lados de la entrada, y grabados en los laterales del trono real donde Ramsés está sentado, y siguiendo el cánon egipcio, se puede ver la representación del Faraón como Sema-Tawy, el unificador de las Dos Tierras : Alto y Bajo Egipto, y de las dos orillas Este y Oeste. El loto y el papiro como plantas heráldicas entrelazadas. Quienes tiran del lazo son los dioses Set, del Alto Egipto y orilla Este, y Heru, del Bajo Egipto y orilla Oeste. 
Kemet, la tierra de Egipto, es el resultado de la unión, y el rio Nilo, representado en su curso fluvial como eje de la composición, quien lo alimenta. El Faraón, como "hijo de Ra", trae la paz y la prosperidad, al unificar las dos tierras. 

Un símbolo divino con un complejo concepto teológico difícil de explicar, y que he conocido tiempo después. Lo bueno de Egipto es que el viaje no se acaba nunca, y uno siempre está aprendiendo cosas nuevas sobre lo ya visto, por muchas veces que se vaya. ¿Visto?...Egipto no se termina de ver nunca...

Jarra de alabastro Sema-Tawy. Ajuar funerario de Tutankamón.
Foto: Frank Rytell-Wikipedia

El Sema-Tawy ha dado primorosas representaciones artísticas, con variantes de diseño. Como relieve está en los laterales de los tronos reales de las estatuas sedentes de Kefrén, Micerinos, Sesostris III, Amenofis III, Colosos de Memnón, etc...En los relieves de Karnak, de Abydos, en los ajuares más exquisitos del Arte funerario egipcio. En el centro puede estar, bien la representación del faraón, o su nombre dentro del cartucho, coronado por el disco solar Ra, distintivo del título real.
En Abu Simbel, es su nombre jeroglífico de trono : User Maat-Re Setepen-Re


Fuente: Balman-Baldumanu. Word Press

Por mucho que lo mire, no me hago a la idea de la policromía de los monumentos de la antigüedad. En las pinturas interiores de los templos y tumbas de Egipto, ya estamos acostumbrados a ver el colorido, por lo que ya lo esperamos. Incluso aquí en Nubia, las escenas de la Batalla de Kadesh conservan un colorido muy realista.

Pero los restos de pigmentos conservados, y las fuentes históricas corroboran supuestos como esta recreación, de cómo pudo ser el aspecto exterior de Abu Simbel. Otros templos ramésidas como Medinet Habu de Ramsés III, los Ptolemaicos de Dendera y Esna, o el fantástico Ajmenu, o Festival Hall de Tutmosis III en Karnak, conservan restos en la misma paleta de colores que los propuestos en la composición fotográfica superior. El arte en la civilización de los faraones fue canónico, por lo que esta hipótesis de recreación cromática sería perfectamente creíble.

Fuente: Emeco Travel Egypt

- Abu Simbel es impresionante... ¿ no os parece?...¿ y qué decís de esta noche?...
- ¡¡¡ Qué maravilla  ¿verdad?...¡¡¡ Presiento que la cena de hoy va a ser memorable...¡¡¡
- Si Ramsés y Nefertari levantaran la cabeza y vieran esto...¿ qué pensarían?
- No lo sé...Nefertari murió antes de que se acabase su templo, pero supongo que Ramsés estaba seguro de que estos monumentos iban a ser eternos. En aquellos tiempos hablaban de templos de millones de años con mucha alegría.
- Es cierto, Egipto les debe mucho a los faraones. Incluso hoy día...
- Está claro que Ramsés los puso a vivir para siempre. No hay más que ver el tinglado que montaron aquí.

- Por cierto ¿sabíais que lo de la Batalla de Kadesh no fue para tanto, y que Ramsés y Muwatalli, el de los hititas, acabaron en tablas?. Todo lo que pintan en las paredes del templo, de Ramsés dándoles caña a los hititas, es propaganda...y si no lo creéis, que os cuente Lola la letra pequeña del Tratado de Kadesh, que está en el Arqueológico de Estambul...¿y sabíais que por afuera estos templos estaban pintados de colores?...jajaja...
- Ya está Nacho con sus historias, jajaja... Anda calla y escoge mesa, que ya vienen los japoneses por ahí, y si te enrollas nos van a quitar el sitio, y se nos  ponen delante...


User Maat-Re Setepen-Re



No hay comentarios:

Publicar un comentario