lunes, 29 de febrero de 2016

Fin del mundo, principio de todo


Ushuaia ( Foto: Butterfly Voyages)

La puerta de la Antártida

Ushuaia es la ciudad más austral del mundo. 
En el extremo sur de Argentina, es la capital de la Tierra del Fuego.
Está ubicada en la bahía principal del Canal de Beagle, que comunica los Océanos Atlántico y Pacifico por debajo del Estrecho de Magallanes.
Al otro lado del canal, en Isla Navarino, por tanto más al sur se encuentra Puerto Williams, perteneciente a Chile. Pero tiene un carácter más militar y administrativo que urbano.


Tierra de Fuego ( Fuente: Mapa propio)

Desde Ushuaia parten las expediciones científicas, ecológicas, y desde hace pocos años también turísticas en rompehielos, a la Antártida.
En condiciones óptimas el trayecto por el Pasaje de Drake, tras  librar el Cabo de Hornos, hasta la isla del Rey Jorge, y después a las Islas Shetland del Sur, dura dos días. 
Son 900 km de navegación por las aguas más tormentosas y peligrosas del planeta, con olas frecuentes entre 10/15 mt. Al ser aguas libres de obstáculos e islas, las corrientes entre los dos océanos chocan entre sí, y sumadas a la fuerza centrífuga de la Antártida, cogen una fuerza enorme. Ello también genera violentas borrascas, producidas de forma repentina. 
No tenemos más que recordar la escena del paso del Cabo de Hornos, de la película "Master and Commander" (Peter Weir-2003) interpretada por Russell Crowe.
Un mar plagado de historias de naufragios y catástrofes marítimas.

250 km más al sur, cruzando el Mar de la Flota, se llega a Isla Decepción, y la Base científica Bernardo O´Higgins, en la punta norte antártica de la Tierra de San Martín, la península que envuelve el célebre Mar de Weddell. Estaríamos en los míticos territorios helados de la famosa aventura del Endurance, el barco atrapado entre los hielos en el invierno de 1915, de la expedición comandada por Ernest Shackleton, cuya apasionante historia os recomiendo leer.


Antártida ( Fuente: Google)

Siempre mantuve que los sitios hay que verlos en su ambiente, es decir, calor en los desiertos, y frío en los campos de hielo, por tanto elegimos el final del invierno austral para recorrer la Patagonia argentina y chilena.

Dicen los expertos que los pilotos que aterrizan en el aeropuerto de Punta Arenas son capaces de hacerlo en cualquier otro aeropuerto del mundo por complicado que sea... pero el aterrizaje en el de Ushuaia, es para pensárselo dos veces.

Parecía una lucha personal entre el piloto y la naturaleza... Para dar más emoción al asunto, estaba anocheciendo y nevaba. El viento y los remolinos movían el avión a todos lados, con caídas bruscas. En la maniobra de descenso todo se veía color gris plomizo: el cielo y el mar solo se diferenciaban por las líneas de espuma de las enormes olas de un mar que parecía sólido, espeso...el avión se hacía grande, frágil, endeble, tembloroso.... y a lo lejos, las únicas luces que se veían eran las mortecinas lineales y paralelas que marcaban una pista de aterrizaje que parecía pequeña, raquítica, estrecha e imposible para el aterrizaje... 
No se veía nada más, ninguna luz urbana...

Tras el brusco contacto con el suelo, la potente frenada te empuja con violencia hacia adelante, indicando que la maniobra está apurada y medida al límite. Te agarras a lo que sea, mientras todo vibra y tambalea como si estuvieras dentro de una batidora. Notas las irregularidades de la pista de hormigón bajo el culo, y los huevos se te ponen de corbata. Parece que el avión no acaba de frenar nunca... 
Finalmente júbilo y aplausos del pasaje cuando el avión suelta el freno y entra en ralentí girando rápido hacia la pequeña terminal, a pocos metros del final de la pista. 
Las ventanillas están mojadas. Afuera está nevando, se ven los remolinos y hace mucho viento. Es  casi de noche... 
Por fin llegamos a Ushuaia. 
La última ciudad del mundo.


Canal Beagle desde la habitación del hotel ( Foto: Nacho SM)

Al amanecer, el panorama desde la habitación es fantástico. Todo nevado, blanco inmaculado, y el Canal Beagle de color gris plomizo, al igual que el cielo. Las nubes no paran, se mueven muy rápido debido al viento, y al otro lado del canal, a lo lejos, se vislumbra la Isla Navarino.
  
Desde la habitación del hotel ( Foto: Nacho SM)

A medida que clarea, el cielo cambia continuamente de estar cubierto a despejado, por efecto de la convección térmica, y observamos los carámbanos de hielo del alero, que cuelgan como agujas. El termómetro exterior marca -5ºC...
Perfecto, aire puro y fresco.
La estrecha y helada carretera, que pasa delante del hotel, conduce a Ushuaia y la Bahía, como se aprecia en la foto al fondo.


Frente marítimo de Ushuaia ( Foto: Nacho SM)

Sí... Ushuaia mira a la Antártida. 
Es la única ciudad argentina situada en el lado occidental de los Andes, entre las dos últimas estribaciones de la cordillera fueguina y el Canal de Beagle. 
Es el fin del mundo conocido y el principio de otro mundo diferente, como se puede ver, en inglés y castellano, en la fotografía superior del frontal de su paseo marítimo.

Todo empezó en estas latitudes hace 11.000 años, con las partidas de caza y pesca de los yamanas y kawesqar, étnias nómadas aborígenes. En 1869 una misión anglicana dirigida por el obispo misionero inglés de las Islas Malvinas, Waite Hockin Stirling (1829-1923) establece el primer asentamiento no indígena. 
Posteriormente es sustituido por otro misionero inglés, Thomas Bridges (1842-1898). Su nieto Esteban Lucas Bridges (1874-1949) nacido en Ushuaia escribió en 1948 el célebre libro "El último confín de la Tierra", cuya lectura os recomiendo. 

Las primeras calles se trazan en 1894 dando lugar a un pequeño poblado de casas multicolores construidas con madera de los bosques patagónicos próximos. 
En 1902 comienza la construcción de la cárcel de Ushuaia, levantada por los propios presos, que al tiempo construyeron los primeros edificios públicos, puentes, etc. 

Nace pues el s. XX con su famoso presidio. Un duro Penal que acogió célebres presos de cadena perpetua, reincidentes, asesinos, disidentes políticos... hasta que el Presidente Juan Domingo Perón lo clausuró en 1947. 
Hoy es un importante Museo Marítimo Naval, de la historia del Penal, y de la ciudad.

Su fama como lugar remoto, alejado de todo, desolador, inhóspito, prevaleció acogiendo poco a poco población variopinta de todo el mundo: fugados, aventureros, desarraigados, desesperados, oportunistas, emigrantes.. 
Las autoridades argentinas, para incentivar su desarrollo, la declararon zona franca libre de impuestos. Es decir, un paraíso fiscal. El efecto llamada propició un rápido crecimiento, con una heterogénea población en un entorno económicamente próspero, pero precario, y climatológicamente hostil.

Con los años, la prosperidad y fama de esta sociedad de supervivientes atrajeron el turismo y las inversiones, y con él el cuidado y protección de la bellísima naturaleza austral de la Tierra del Fuego. Su mayor atractivo y activo. Hoy tiene una población próxima a los 60.000 habitantes. 


Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)
  
El tren diario del Petiso Orejudo

El Penal de Ushuaia era conocido como "la Cárcel del Fin del Mundo". Un edificio de planta circular, con cinco pabellones radiales y núcleo central de vigilancia, que acogía una población de 700 reclusos, y 250 personas entre vigilantes y personal.

Algunas historias de presos rayan en la leyenda. Una de ellas es la del despiadado asesino Mateo Banks " el Místico", otra la de Cayetano Santos Godino"el Petiso Orejudo". Un porteño adolescente psicópata muy peligroso, que fue detenido en 1912 con 16 años, y condenado a cadena perpetua tras varios sádicos asesinatos.

Tras una durísima vida penitenciaria repleta de castigos físicos y aislamientos, Petiso cometió el grave error de romper el código del Penal : matar al gato mascota de la prisión, hundiéndole los ojos y arrojándolo al horno de las cocinas. Alguien lo vio, y corrió la noticia. A las pocas horas los vigilantes hallaron al Petiso medio muerto, tras sufrir una brutal paliza sumada a graves vejaciones sexuales por parte de los presos. 
Finalmente falleció, tras varios días en coma, en 1945.


Mural Petiso Orejudo. Ushuaia ( Foto: Nacho SM)

La vida en el Penal era extremadamente dura, y las condiciones se agravaban durante los helados inviernos en los que la temperatura bajaba fácilmente de los -10°C. 
Para alimentar los hornos, calderas y seguir las construcciones, los presos castigados, los más jóvenes y fuertes eran trasladados diariamente a los bosques fueguinos próximos, a talar árboles y cortar madera para la cárcel. La vigilancia era muy estricta y se aplicaban severos castigos a los menos eficientes en el trabajo.

Cuando la cárcel cerró en 1947 todo quedó intacto, convirtiéndose en una especie de museo del horror, y sus objetos en reliquias que hoy se conservan y exponen. Posteriormente el conjunto se rehabilitó como museo de la historia de la ciudad, conservando dos alas (fotos inferiores) a fin de testimoniar su estado original. Pero las historias del Penal siguieron vivas y sus protagonistas pasaron a la leyenda y el mito. 

Penal de Ushuaia ( Fotos Wikimedia Izqda:Albalmasko. Dcha: Liam Quinn)

El actual Ferrocarril Fueguino, el más austral del mundo, es traccionado por una pequeña locomotora a vapor. Se trata de una evolución del conocido como "Tren de los Presos", el ferrocarril que conducía antaño a los reclusos, fuertemente vigilados, en varios turnos diarios desde el Penal hasta la Estación Macarena y aún más lejos, a su destino de trabajo en los bosques. 

Hoy traslada a los turistas, mientras escuchan por los altavoces la historia de la vida cotidiana del Penal, y la de sus presos más célebres, como el "Petiso Orejudo", durante el trayecto de algo más de 10 km, una fracción del original que se alejaba hasta los 25 Km de la prisión, y que transcurre entre bosques, lagos y parajes de incomparable belleza natural, siendo una de las principales atracciones turísticas de Ushuaia y del Parque Nacional Tierra del Fuego.


Ferrocarril Austral Fueguino ( Foto: Nacho SM)
Ferrocarril Austral Fueguino ( Fuente:Radiomuseum.org)
Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)

Estación Macarena es un  lugar bellísimo del Parque Nacional Tierra del Fuego, sobre todo en las mañanas soleadas del invierno austral en las que la nieve pura refleja la luz con gran intensidad. Un sendero permite adentrarse en un recogido valle rodeado de bosques con meandros, un hábitat ocupado desde tiempo inmemorial por los aborígenes Yámanas, y talado por los presos del Penal de Ushuaia. 

El frío es intenso, pero se soporta... además estás en las puertas de Antártida, no?...
Pero el aire que se respira?... La verdad es que nunca he respirado un aire como ese... Para un urbanita de la Era del Fumador, como yo, acostumbrado a la contaminación de nuestras ciudades y los ambientes cerrados de oficinas y discobares, es difícil de soportar tanta pureza sin marearse.


Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)

La orografía de Tierra del Fuego es abrupta y rota, formada por lagos glaciarios, canales, montes y extensos bosques de lengas, ñires y guindos, las especies arbóreas dominantes en estas latitudes andino-patagónicas,  y que se extienden a lo largo de las depresiones del Canal de Beagle, la cuenca del Lago Fagnano y el Valle de Tierra Mayor, rodeadas por las imponentes cumbres de las estribaciones de los Andes Fueguinos, que protegen la Bahía de Ushuaia.


Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)
Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)
  
Aquella mañana del 15 de Noviembre de 1944, el cielo estaba despejado y hacía mucho frio. Petiso apenas podía caminar. Al anochecer, y antes del recuento, le habían "visitado" Bradly, Marchena y Lobo, los secuaces del "Místico". Los vigilantes le encontraron en el barracón de duchas, inconsciente, boca abajo y sangrando por el ano. Tuvieron que llevarle a la enfermería. Estaba harto de estas visitas inesperadas. Todas las semanas acababa en la enfermería, y al día siguiente tenía que aguantar las burlas de los demás.

El "Místico" no soportaba que Petiso sacase los ojos a sus gaviotas y las matase después de dejarlas ciegas. Como venganza, castigaba al porteño de la forma más cruel: enviando a sus esbirros a violarle y darle palizas una y otra vez.
Pero ahora, éste sabía cómo devolvérsela.  


Por el bosque de Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)

Desde pequeño su madre y él, tuvieron que sufrir las palizas diarias de su padre, cuando llegaba borracho a casa. Una familia rota, marginada y pasando penurias.
En las calles de los barrios porteños de Almagro y Parque Patricios aprendió a sobrevivir. Era una vida extrema, y muy difícil para los emigrantes italianos, como era el caso de su familia. Fue expulsado de todos los colegios por su conducta violenta y agresiva.

Había que hacerse respetar en las calles, y Petiso tenía que forjarse un prestigio. Y con los primeros años de la adolescencia comenzó a robar y luego a matar. Nunca se arrepintió de sus crímenes, en realidad disfrutaba haciéndolo. 


Bosque de Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)
Por el bosque de Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)

Lo había pensado todo, y sería muy fácil. 
Mientras cortaba los troncos de lengas en Macarena, aprovecharía un momento en que los vigilantes no le vieran, y cogería del suelo un buen puñado de semillas.

"Micha", el gato mascota de la prisión, estaba continuamente pegado al "Místico". Parecía de su propiedad. Nadie se atrevía a acariciar al felino sin su permiso. Pero tenía un punto débil, se moría por las semillas de lengas. 

Aquella noche se la devolvería al "Místico"...atraería al gatito con las semillas, y !!!...zassss...!!! 
No conocían todavía de lo que era capaz de hacer el Petiso, y después de 30 años de cárcel, ya era hora de que empezaran a respetarle... 


Bosque de Estación Macarena ( Foto: Nacho SM)

Se quedó mirando las ramas cargadas de nieve. A través de los huecos había un fondo de más y más ramas, como una red múltiple en planos superpuestos, que atrapaban con sus caprichosas formas abstractas, hasta que la vista se perdía. Petiso quedaba como hipnotizado observando los tupidas ramas tan de cerca, porque percibía visiones extrañas... y el frio, el silbido del viento, y el ansia de libertad, le anunciaban otros mundos diferentes, mejores...otras veces un vértigo que le producía miedo. 

Sí, estaba decidido...no podía soportar más. Había llegado su momento... 
Definitivamente aquella noche las cosas iban a cambiar para siempre... 
Ushuaia entera iba a saber de una vez quién era "el Petiso Orejudo". 

Al final de la Nacional 3

Sobre la entrada del edificio de correos de Ushuaia, hay colocado un rótulo que dice: 
"Enseñarle a sus hijos a querer la naturaleza, es enseñarles a querer la vida"


Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM. Registro Google Earth)

El Parque Nacional de Tierra del Fuego es uno de los lugares más hermosos del mundo. Solitario, silencioso y virgen. El paraíso del viento y la nieve. El fin de todo, incluida la mítica carretera Nacional 3. Una gran extensión comprendida entre el Lago Fagnano, la Cordillera de Darwin y el Canal de Beagle.


Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)

Cuando uno pisa estas nieves vírgenes tiene la sensación de estar violando tierras sagradas. La pureza de la nieve tan prístina, y las aguas tan cristalinas, dan unas luces y reflejos que hieren la vista por su luminosidad. El frío es seco e intenso. El viento forma parte del silencio, y el mínimo click de la cámara de fotos lo perturba, como si fuera agresivo y desagradable. El familiar sonido se convierte en un ruido molesto.

Estuvimos allí durante bastante tiempo, y sin embargo hice pocas fotos. Preferí disfrutar de la soledad, respetando el silencio para minimizar mi presencia. Aún recuerdo los sonidos de aquella prodigiosa naturaleza y el sabor del aire cuando lo respiraba con la boca lo más abierta que podía. Quise emborracharme de su pureza.


Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)
Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)
Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)
Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)
Parque Nacional Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)

Qué lugares tan hermosos hay en el mundo... 
Por estar más al sur, en Tierra del Fuego la naturaleza nos emociona más que en los Campos de Hielo Sur de los grandes glaciares patagónicos, o del hermoso espectáculo de los avistajes de ballenas en Península Valdés, o de las imponentes cumbres de las Torres del Paine en Chile con sus famosos y violentos vientos australes...pero también como las asfixiantes selvas del Sudeste Asiático, o los ardientes desiertos en Atacama, o los semíticos de Oriente Próximo.

Pero este lugar del mundo, el más austral y alejado de la presencia humana, antesala de la Antártida, es muy frágil, y su equilibrio como ecosistema depende de nuestro alejamiento de él. Tenemos la obligación de conservarlo como está. Es patrimonio de todos, y no debemos de intervenir en él con nuestra acción, que aunque creamos que sea civilizadora, en realidad es depredadora y destructiva.
Cuidando este mundo, nos cuidaremos a nosotros mismos, y a nuestros hijos.
Aquel día decidí inscribirme en Greenpeace.

El autor en la Tierra del Fuego ( Foto: Nacho SM)

Conocemos por primera vez estas tierras gracias a Antonio Pigafetta (Vicenza 1492-1531) noble italiano, geógrafo, explorador, cronista y miembro de la Orden de San Juan. Fue uno de los 18 supervivientes tras dar la primera vuelta al mundo. 

La expedición de Fernando de Magallanes partió con 265 hombres de España, en 1519, y Antonio logró regresar, maltrecho, herido y tras todo tipo de vicisitudes en la Nao Victoria, al mando de Juan Sebastián Elcano en 1522.

Fue el primer europeo en narrar la aventura, describir flora y fauna de la Tierra del Fuego, el Estrecho de Magallanes, los Fuegos de San Telmo, etc.

La Tierra de los Fuegos. Así la llamaron los expedicionarios magallánicos por las numerosas hogueras que las tribus indígenas Yámanas encendían, tanto en tierra como en sus canoas, para protegerse del frío, a lo largo de las costas fueguinas.  

Su apasionante libro, diario de viaje y descubrimientos es el único relato de la travesía de Magallanes y testimonio de incalculable valor histórico : "Primer Viaje Alrededor del Mundo" es lectura obligada para los interesados en la literatura temática de las grandes aventuras, y referencia histórica imprescindible para el conocimiento general de las tierras australes.
  
Casa Palacio de Antonio Pigafetta ( Fotos: Nacho SM)

Su Casa Palacio en Vicenza es un bello edificio gótico entre medianeras, construido por el Arquitecto Stefano de Rávena en 1440, con decoración de orlas, alfices, arabescos, balcones y ventanales en trébol. En la fachada hay una inscripción haciendo honor a su propietario, y otra que dice "...No hay rosas sin espinas".

Charles Darwin a bordo del HMS Beagle


Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

En Enero de 1833 un bergantín de la clase Cherokee, de la Armada Real Británica, bajo el mando del Capitán Robert Fitz-Roy, en misión científica, bordeaba La Península Mitre y el Cabo de San Diego, por el Estrecho de Le Maire frente a la Isla de los Estados. 

Navegando rumbo al sur, viró a estribor embocando un canal recién descubierto por el Teniente Murray, uno de sus oficiales. Tenía unas 2 millas de anchura media, y 200 millas de longitud a lo largo del paralelo 55°, y entre los meridianos 71º y 66º, comunicando más al sur que el Estrecho de Magallanes, los océanos Atlántico y Pacífico. 

El Capitán Fitz-Roy ordenó a sus oficiales registrar el canal en las cartas de navegación y geográficas, con el nombre del bergantin: Beagle.

A bordo iba un joven y brillante científico naturalista y geólogo, llamado Charles Darwin. Está circunstancia dio fama mundial al Beagle, pues barco y canal fueron los primeros escenarios de las observaciones de la que sería su célebre teoría sobre la evolución de las especies y la selección natural, publicada cinco años después, en 1838.

Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

La navegación por el Beagle es sencillamente fascinante, emocionante. En muchos aspectos es sobrecogedora por la abrumadora presencia de los elementos naturales, y los efectos que produce el sol entre las cumbres y las turbulentas nubes.

Aunque sea por un momento, hay que salir a cubierta, ponerse en proa, agarrarse bien a la barandilla, y sentir el violento viento austral en la cara. Es una sensación de libertad indescriptible.

Las aguas gris plomizo agitan el barco constantemente, y a los lados se ven las cumbres nevadas de la Cordillera de Darwin, de Isla Navarino, y los ventisqueros de los ríos glaciarios, que desaguan en el canal vertiendo sus témpanos.


Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

Los cielos cambian continuamente. Tan pronto se abren claros que proyectan potentes luces que deslumbran, como al momento entran en sombra por el movimiento imparable de las nubes. Por momentos el cielo está despejado, y de repente está cerrado. Ves un glaciar con una maravillosa luz, y cuando te dispones a hacer la foto, entra al instante en sombra. Es un paisaje vivo y constantemente cambiante. El frío es intenso, y la ventisca racheada de cara, que llega repentina y sin avisar, te deja empapado en pocos segundos. 

Me encantan estas experiencias del clima extremo en los lugares cargados de historia. 
Y es fácil imaginar la cara de felicidad de Robert Fitz-Roy, Charles Darwin y sus compañeros del Beagle, transitando en silencio por estas aguas, admirando los parajes vírgenes de esta naturaleza salvaje, con los hielos azules de los témpanos de los glaciares tributarios, las hogueras de los Yámanas en las orillas, y las cumbres nevadas de los andes fueguinos, contra estos turbulentos e impresionantes cielos cambiantes. 


Ushuaia desde el Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

Desde el puerto de Ushuaia, el catamarán navega hasta el centro del canal, comenzando el trayecto panorámico rumbo al Este, es decir, hacia el Atlántico. Una agradable voz femenina, con acento argentino, comienza la narración de la historia de estas tierras, su geología, pobladores, descubridores, exploradores y paisaje.


Canal de Beagle ( Fuente: Createaccount)
Canal de Beagle. Al fondo Ushuaia ( Foto: Nacho SM)

Directamente, pero a baja velocidad, navegamos hasta el Faro Les Éclaireurs, que forma parte de un grupo de pequeños islotes del mismo nombre: "Los Iluminadores". El faro fue construido en 1919. Es una torre tronco cónica de 11 mt de altura y 3 mt de diámetro, pintada en rojo y blanco. Emite un destello cada 5 segundos, en luz roja y blanca, que tiene un alcance superior a las 7 millas náuticas.

Un trayecto próximo a una hora de duración, con paradas para admirar el paisaje. Mas allá del Faro las aguas se tornan más revueltas por la influencia de las corrientes atlánticas, y el aumento del ancho de la vía de navegación. Salir a cubierta se hace difícil por el frío y el viento. En algunas agencias de viajes patagónicas lo identifican con el "Faro del Fin del Mundo", de la novela de Julio Verne,  pero el célebre faro se encuentra en realidad en la vecina Isla de Los Estados, al Este en el meridiano 64° frente al Cabo de San Diego.

Ushuaia desde el Faro Les Éclaireurs. Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Faro Les Éclaireurs. Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Faro Les Éclaireurs. Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Faro Les Éclaireurs. Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

Rodeamos el Faro y regresamos por otra ruta, más próxima a la costa de Isla Navarino, por lo que tomamos rumbo Suroeste.

Su mundo

El de las grandes aves acuáticas:  petreles, albatros y cormoranes, que se alimentan de peces, calamares y krill. Conviven y comparten territorio desde tiempo inmemorial, en las orillas e islotes del Canal de Beagle, en colonias de cientos o miles de individuos.

Son especies de tupido pelaje para protegerse del frío, y plumaje impermeable para zambullirse incluso hasta 10 mt de profundidad y durante más de un minuto, para sus pescas. Su colorido va del negro brillante al blanco en cuello y vientre. 

El color gris plomizo del petrel antártico se mimetiza con el de las heladas aguas. Como curiosidad, mencionar que es el color utilizado en el metalizado de los acorazados de la Armada Norteamericana.


Isla de los Lobos.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Lobos.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Lobos.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Lobos.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Lobos.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

Los otros pobladores de los islotes son los lobos marinos. Un mamífero antártico tranquilo y amistoso. De hocico corto, largos bigotes y piel marrón oscura, se alimenta de grandes cantidades de krill, peces pequeños y calamares, pudiendo estar sumergidas hasta los 60 mt de profundidad durante más de 10 minutos en sus incursiones alimenticias.

Son animales sectoriales y se reparten el territorio de los islotes por "harenes". Cada macho puede mantener a más de 30 hembras con sus crías, siendo frecuentes las peleas de dominio en temporada de celo, entre Diciembre y Mayo incluídos. 

Conviven pacíficamente con las multitudinarias y ruidosas colonias de aves, pasando la mayor parte del tiempo tumbados al sol sobre las rocas. Tienen dimorfismo sexual: los machos adultos miden +/- 2 mt y pesan algo más de 200 kg, pero las hembras son más pequeñas. Aunque son muy veloces bajo el agua, las crías caen fácilmente víctimas de sus depredadores habituales: las orcas y las focas leopardo.



Isla de los Pájaros. Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Pájaros. Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Pájaros.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

Se llama la Isla de los Pájaros. Es una colonia de miles de cormoranes que se han establecido en la cara sur de la isla. Un ensordecedor guirigay que se oye desde lejos, y resulta muy divertido al acercarse a la orilla del islote. Es un curioso universo ajeno a nosotros, con sus propias leyes de comportamiento y memoria de grupo. De repente salen todos volando y al rato regresan todos juntos. 
Y de cerca, les resultamos indiferentes. Ni se inmutan con nuestra respetuosa presencia.


Isla de los Pájaros.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Pájaros.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Pájaros.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Isla de los Pájaros.Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

En la cara norte y sobre las rocas más próximas al agua, descansan los lobos marinos, repartiéndose los tramos por "harenes". El macho es más grande y de pelaje más oscuro. Las hembras y las críos  lo tienen más claro. 

Aunque los islotes del Canal tengan diferentes nombres: Lobos, Pájaros, Alicia, Bridges, el ecosistema biológico y zoológico es el mismo en todos, con mayor o menor población y se repite en ambas orillas. También junto a los ventisqueros y glaciares tributarios. En sus exploraciones, Charles Darwin describe estas especies australes.

En la excursión se bordean todos los islotes, y el catamarán apaga los motores para poder ver de cerca esta maravillosa naturaleza, sin perturbarla. Asimismo, al salir a cubierta a sacar fotos, advierten al turista de permanecer en absoluto silencio y no hacer movimientos bruscos para respetar el hábitat animal.


Ushuaia desde el Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Ushuaia desde el Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Ushuaia desde el Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)
Ushuaia desde el Canal de Beagle ( Foto: Nacho SM)

Casi tres horas después entrábamos en el puerto de Ushuaia. Había cambiado el tiempo, el cielo estaba cubierto amenazando nieve, y hacía mucho frío. Era el momento de dar un paseo por la animada Avenida de San Martín, la calle principal.

El trazado de la ciudad es hipodámico,  en manzanas y calles ortogonales. Las principales este-oeste son paralelas al puerto, y las secundarias norte-sur van en pendiente hacia el canal. Pero esto no implica orden urbanístico, pues dentro de cada cuadra la respuesta arquitectónica es anárquica y variopinta en tamaños, alturas, estilos arquitectónicos, materiales, fondos edificatorios, etc, lo que se traduce en un colorista caos que refleja la pluralidad cultural y étnica de su población. 


Sede de la Gobernación. Ushuaia ( Foto: Nacho SM)
Avenida de San Martín.Ushuaia  ( Foto: Nacho SM)
Avenida de San Martín. Ushuaia  ( Foto: Nacho SM)
Avenida de San Martín. Ushuaia  ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia  ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia  ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia. ( Foto: Nacho SM)
Avenida de San Martín. Ushuaia  ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia. ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia. ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia. ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia. ( Foto: Nacho SM)
Calles de Ushuaia. ( Foto: Nacho SM)

Y docenas de fotos más...
La ciudad tuvo un crecimiento exponencial y desordenado desde el cierre del Penal. Su declaración como zona franca atrajo el comercio, las inversiones, el turismo de montaña y un claro interés por todas las actividades relacionadas con la ecología y la Antártida. 
Es una ciudad cosmopolita, en la que se hablan sin problema varios idiomas: castellano, inglés, alemán, francés, italiano, portugués...con un alto nivel de vida. 
Ushuaia es centro de numerosas actividades culturales, ecológicas, paisajísticas además de festivales anuales artísticos, musicales, cinematográficos, etc, y dispone de una reputada Universidad. 


Centolla Fueguina ( Fuente: Turismo Ushuaia)

Como consecuencia ha desarrollado una amplia oferta hostelera, con numerosos hoteles de las principales cadenas, tiendas de moda, locales de copas, cervecerías, y restaurantes donde se pueden degustar las mejores especialidades de la gastronomía austral: la exquisita centolla fueguina, la merluza negra, el cordero patagónico, etc...complemento ideal para rematar las excursiones diarias. 


Es hora de partir.
Han sido 3 días inolvidables, tras los que da la sensación de que han quedado muchos hermosos lugares naturales por ver: glaciares, lagunas, valles...
Me voy con una inmejorable opinión de sus habitantes, alegres, amables, hospitalarios, con un trato hacia el foráneo que no olvidaré. Esta tierra austral es de acogida y supervivencia, y por tanto de solidaridad. Aquí somos todos iguales sin importar el color, la condición,  el origen o la historia que cada uno lleve dentro. El frío y el silbido del viento del Canal de Beagle se lo lleva todo, quedando solo la esencia del ser.
  
Seguiré soñando con pisar algún día los hielos antárticos, en algún barco de Greenpeace, en algún rompehielos científico, o siguiendo los pasos de Shackleton por el Mar de Weddell, y quizás vea en el sueño este salvavidas rojo en la popa del barco que cruzará el temible Pasaje de Drake, llevándome en dirección sur, hacia la Isla Decepción, a las Shetland del Sur, adonde solo hay hielo, soledad, mar y viento...a la Antártida. 
Después del fin del mundo, allá donde empieza todo, incluso los sueños... 

Pero mientras tanto los pasos de despedida nos llevan al también temible aeropuerto de Ushuaia, aunque no es lo mismo despegar que aterrizar...
Además hoy hace buen día y no sopla tanto viento, no como cuando llegamos de noche, nevando y con ventisca. Ushuaia te recibe con todos los elementos en contra, pero te despide mostrando su máxima belleza.


Aeropuerto de Ushuaia.( Foto: Alexander Klink)

Por cierto, les preguntaré a mis amigos cerveceros si conocen la cerveza Beagle. Es potente y "pega", pero está bien buena. A partir de la segunda no necesitas la nieve para resbalar por la calle, jaja... La negra, sobre todo, es espesa como el puré, especial para los recios y curtidos marinos antárticos, de los que cruzan el Cabo de Hornos sin pestañear, aunque estén cabalgando sobre olas de 15 metros. 

En estas latitudes, donde termina el mundo, hay que beber cosas fuertes...