lunes, 3 de julio de 2017

El caballo violeta del Sella


Caballo



Caballo Blanco Español en Asturias (Foto: Nacho SM)

Un caballo blanco, alto, musculoso y esbelto, pasta en la finca colindante al aparcamiento de la residencia de la tercera edad, donde está alojada mi madre, en las afueras de Oviedo. Una vez le di unas galletas de María, que comió con agilidad y sin mojarme las manos con su saliva. Desde entonces, cuando ve llegar mi coche azul, y tras aparcar, acude presto y al trote a la alambrada de cierre, y se me queda mirando, a la espera de que le de algo de comer... algunas veces le llevo galletas o trozos de bizcocho, y otras se me olvida. Y yo le saludo, con un "...Hola Caballo..."

Es muy popular en la residencia, y hay más gente que cuando va a visitar a sus familiares, le llevan comida. Le gusta mucho el pan, pero sobre todo las manzanas, pues además le vienen bien para el desarrollo y limpieza de su dentadura.
Cuando hace buen tiempo, saco a mi madre a pasear para que respire el aire puro de Asturias, y me pregunta : "¿estará el caballo blanco...?

El caballo forma parte no solo de su paisaje diario, también es un aspecto importante en la terapia emocional que necesitan las personas, que en una residencia, tienen su mundo tan limitado. El caballo, como todos los animales domésticos y cariñosos abre la puerta de los sueños y despierta nuestros sentimientos más nobles, le hablamos, le acariciamos, le miramos y ellos nos entienden porque saben leer la mente de las personas. Nuestro Caballo blanco, cuando nos mira nos habla a su manera, aunque no le entendamos.

Quizás al final de nuestra vida, una de las pocas alegrías que nos quede sea la de seguir viendo por la ventana de la habitación, en las mañanas soleadas, a nuestro caballo pastando tranquilo en el prado, y esperar a que lleguen nuestros hijos por la tarde, para que nos lleven a verlo más de cerca, y les preguntemos...  "¿estará el caballo blanco...? ...¿le trajiste algo de comer?...

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"El relato que sigue es continuación del anterior "Frío Würm en la boca de la cueva". En aquel, la acción transcurría en el 17000 Bp (Before present) en el período de transición entre el Solutrense y el Magdaleniense Inferior. El escenario era la Cueva de El Pindal. El guión trataba de la convivencia entre el clan indígena y dos clanes extranjeros, su organización, integración y estrategia en torno a la caza del mamut pintado en la cueva.  
Han pasado 4.000 años y la acción se desplaza a la Cueva de Tito Bustillo, en la desembocadura del río Sella, situada a 52 km al este de la Cueva de El Pindal. Estamos en el 13000 Bp, tiempo de transición entre el Periodo Magdaleniense Medio y el Superior. El clima ha cambiado, las temperaturas medias han subido, la población astur cántabra ha aumentado y la franja glacial costera ha disminuido su anchura por la subida del nivel del mar." 
Para los personajes he elegido referencias toponímicas variadas. Así los nombres Llara y Selgair pueden tener referencias locales astures, Stari significa "anciano" en idioma macedonio, mientras que Dykyy-Kyn' significa "caballo salvaje" en idioma ucraniano, haciendo referencia al origen caucásico del Tarpán de las Estepas. Los nombres de los lugares: Onís y Sella, se mantienen para tener una referencia geográfica actual en la narración.


Ubicación de la Cueva Tito Bustillo. Eje Norte - Sur (Google Earth)
Ubicación de la Cueva Tito Bustillo. Eje Este - Oeste (Google Earth)
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Stari

Desembocadura del Río Sella. Ramal izquierdo.Vista aguas arriba (Foto: Nacho SM)

A Stari le gustaba sentarse frente a la entrada de la cueva, en la orilla del río Sella, y mirando a las montañas nubladas de Onís. Sobre una gran piedra, ya desgastada por el tiempo, y usada como asiento, pensaba cómo había pasado la vida. Sus abuelos, y los mayores del clan, narraban por las noches que la familia, al igual que hicieron otras muchas, había llegado aquí desde las lejanas tierras por donde sale el sol, conviviendo con las gentes indígenas y mezclándose con ellos. 

Fue por culpa de los fríos, en unos tiempos que ya nadie recuerda. Su familia había nacido y crecido en la cueva, olvidando cuando ni desde donde llegaron los primeros. La cueva, desde siempre, había sido su hogar.

Entrada actual a la Cueva de Tito Bustillo (Foto: Wikipedia. Falconaumanni)

La entrada, orientada al sol, estaba protegida de la lluvia y el viento, bajo una gran roca que dejaba entrar la luz y el calor al interior. Pero dentro una gran galería muy alta y ancha, llevaba a bifurcaciones que daban a otras galerías. Por una de ellas bajaban a espacios más profundos, por donde discurría un rio subterráneo, o salir al exterior por otras galerías más altas, o incluso podían pasar a otras cuevas vecinas. 

Era muy larga y grande, y permitía diferentes usos, aunque las estancias más profundas no se podían utilizar para dormir, por el tamaño, el ruido del rio subterráneo, el frio, el goteo constante de agua y la humedad. Por tanto, la vida se hacía en la entrada de la cueva y sus proximidades, tanto en el interior como en el exterior.


Entrada original a la Cueva desde Ardines (Foto: Rodrigo de Balbín Behrmann)

El río Sella les aportaba agua dulce y fría en abundancia, hasta la misma boca de la cueva, y la geología kárstica disimulaba la entrada, al estar rodeada por rocas escarpadas, bosques y arbolado bajo. Esta circunstancia permitía que los animales se acercaran, pudiendo cazarlos con facilidad poniendo trampas. En el río pescaban salmones y truchas con arpones y flechas, pero también tenían el mar a 5 km de distancia, cruzando la franja costera, pero era peligroso por las zonas pantanosas y por ser terreno abierto.

Los viejos les decían que hubo tiempos en los que el mar estaba mucho más lejos, casi a 10 km, y que hacía mucho más frío que ahora. Fue cuando llegaron aquí desde las tierras del sol y del norte, buscando territorios mejores para vivir, y un clima más cálido. El clima fue mejorando, y el nivel del mar subiendo poco a poco.

A Stari le gustaba esta tierra verde, fértil y abundante, con clima agradable, sin excesos de frío ni de calor. En las estaciones más frías las lluvias finas eran constantes, por lo que había mucha humedad, y sus viejos huesos se resentían sufriendo de fuertes dolores. 

Ellos, al igual que otras muchas familias, llegaron a esta tierra cruzando la franja costera, pero también llegaron animales extraños, rinocerontes, caballos salvajes, renos, osos, mamuts. Sus antepasados los habían pintado en las numerosas cuevas de esta región.

Macizo rocoso de Ardines, sobre la Cueva de Tito Bustillo (Foto: Nacho SM)

Era la mayor cueva de todas las que había a orillas del río Sella. Las paredes y techos de la entrada estaban llenas de grabados y pinturas en vivos colores rojos y negros, de caballos, cabras, bisontes, ciervos, renos, uros... muchas estaban superpuestas, y sin guardar escala ni proporción relativa, sobre otras más viejas ya perdidas y convertidas en manchas rojas y negras. Las había con mucho detalle de las cabezas: ojos, orejas, crines, y pelos, pero también las había más sencillas, en líneas. Algunas estaban incompletas, sin patas o reducidas a su parte delantera sin detalles, o adaptadas a la geología de la roca, aprovechando fisuras o resaltes para dar volumen al animal. A veces parecían flotar en el aire, sin apoyo, salvo algún relieve natural. Era como si representaran al espíritu del animal y no a alguno concreto. Parecía que las características geológicas de la cueva imponían el lugar para las pinturas y los animales a representar. En la entrada había marcas de signos extraños, y manos. Era imposible saber su antigüedad.


Desembocadura del río Sella(Foto: Turismo Ribadesella)

Sentado al sol, Stari estaba más cómodo y el calor de la caliza del asiento le aliviaba los dolores de la espalda. Veía el río, los meandros, los promontorios de la orilla), enfrente de la cueva y el bosque entre ellos. A lo lejos y a la derecha, veía los Montes de Onís, donde había muchas cuevas de otras familias, aunque eran más pequeñas que la de ellos. Siempre había nubes en las cimas, y a su izquierda estaba la gran franja costera. Una llanura plana de varios kilómetros que se extendía hasta donde se pierde la vista. Una franja esteparia de bosque bajo y pantanos arenosos, llena de misterio por lo que podía venir desde las tierras del sol naciente. Siempre amanecía con una espesa niebla, que llamaban bruma ... Ellos llegaron por allí antes que él y todos los anteriores, según decían los más ancianos.


Stari era el más viejo de la familia, y por tanto de la cueva. De joven había sido ceann, jefe de cazadores. Ahora ocupaba su tiempo pensando, haciendo amuletos y mirando el paisaje. Tenía habilidad para tallar los huesos de reno, fueran para útiles de corte, arpones, propulsores, bastones de mando o para simples adornos personales. Sobre ellos hacía dibujos y grabados, o les daba forma de cabezas de animales usando raspadores y buriles.

Llevaba dos días entretenido sentado al sol, tallando en relieve un fragmento de asta mayor del hueso hioides de un ciervo. Le estaba dando la forma de una cabeza de cabra, para un colgante de cuello. Cuando regresara de la caza, se lo regalaría a su hijo mayor Selgair, para que todos supieran que era el jefe.

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La cueva de Tito Bustillo, en la desembocadura del río Sella, es una de las más importantes del Arte Paleolítico en Europa tanto en arte parietal como en arte mobiliario. Su periodo de ocupación es desde el 25000 Bp - 10000 Bp (Before Present), por lo tanto fue utilizada de manera ocasional o permanente durante 15.000 años. Está considerada como una de las principales Cuevas Santuario, y consta de abrigo rocoso o área exterior, con una o varias entradas, y grandes galerias donde se concentran las pinturas en paneles. El hábitat principal estaba en las zonas externas y las internas más próximas a la entrada de la cueva, teniendo así un mejor soleamiento en vestíbulos, galerías y cámaras. Las salas de los grandes paneles pictóricos, permanecían a oscuras, salvo en ocasiones especiales, teniendo así un carácter mágico-religioso. 
El Panel Principal cuenta con 64 reproducciones animales y 30 de signos de difícil interpretación, además de diversos grabados, dispuestas en una compleja estratigrafía pictórica con superposiciones, que reflejan una secuencia histórica de fases: una anterior al Magdaleniense y otra más intensa en pleno Magdaleniense Superior y período final en el Holoceno.  
Según la convención cronológico-estilística de A. Leroi Gourhan sus pinturas más recientes se datan en el Estilo IV que corresponden el periodo Magdaleniense Superior final ( 13000 Bp - 11000 Bp) con predominio de caballos, bóvidos, ciervos y cabras. Algunos autores atribuyen cronologías más antiguas, en el Magdaleniense Inferior, o en el transicional remontándonos hasta el 20000Bp del Solutrense, o incluso en las superposiciones de pinturas más primitivas del Estilo I-II de periodo Gravetiense ( 28000Bp - 21000 Bp) tras las dataciones radio carbónicas C14.
Respecto al arte mobiliario las dataciones por C14 abarcan períodos entre el 15000 Bp y 12500 Bp, del Magdaleniense Medio y también del Magdaleniense Superior Final. Otras dataciones realizadas en un amasijo de contenido orgánico en el Pozo de los Antropormofos, así como las pinturas y grabados de vulvas, signos cupulares y animales incompletos, nos situarían en los inicios del Arte Rupestre Estilo I de A. Leroi Gourhan, arrojando dataciones ponderadas en el entorno de 33000 Bp, lo que plantea muchas dudas sobre el origen de la presencia humana en la Cueva de Tito Bustillo, por tener secuencia de larga ocupación en todos los períodos del Paleolítico Superior.
A lo largo de su tiempo de ocupación parece que el programa iconográfico respondió a un plan previo, en el que la disposición de los animales, signos y antropomorfos ocupan lugares diferenciados. Al igual que los grandes Santuarios del Magdaleniense : Altamira, Castillo, Lascaux, Niaux, etc... Tito Bustillo tiene una estructura contextual en sus pinturas, a la vez que parentesco estilístico en temática y técnicas con las del área geográfica astur-cántabra y sur de Francia: Aquitania y Pirineos.  
La regresión marina creó una Gran Franja Costera entre el litoral de Asturias y las Landas francesas, de 450 Km de largo y variantes de 10 Km de ancho o más, en el Golfo de Vizcaya, respecto a los niveles actuales, formaron un corredor con elevada densidad de población, durante el Magdaleniense Medio y Superior. Una gran autopista que permitió flujos migratorios, humanos y de animales, desde las tierras de los fríos glaciales del Norte, Centro de Europa, y el Sur de Francia en nuestra misma latitud. Esta movilidad de población fomentó los contactos, intercambios culturales y mestizaje.  
Las cuevas rupestres se situaban a media altura, máximo a 400 mt, o baja altura en valles y desembocaduras de los ríos, cerca del mar. El atemperamiento climático propició la ocupación de cuevas y abrigos, ideales para el desarrollo de las sociedades cazadoras-recolectoras del Paleolítico Superior.  
Una vez liberados de los altibajos climáticos del final del periodo glacial, correspondiente al Dryas III - periodo Würm IV, se produce un progresivo e importante cambio climático. En el Magdaleniense Superior y Final, vivió tiempos de subidas de la temperatura, entrando en el Holoceno o periodo en que se igualaron con las actuales. Asimismo el nivel del mar fue ascendiendo hasta niveles próximos a los actuales, pues había bajado en el Solutrense hasta 140 mt debido a las congelaciones.  
Esto supone un importante cambio que dará lugar a la estabilidad social y al sedentarismo de las poblaciones. Llegaba el final de la era del grupo cultural de los cazadores recolectores, evolucionando al homo productor y la vida en sociedad, abandonando las viejas cuevas prehistóricas para formar sociedades más complejas y pequeñas aldeas. En la actualidad conocemos en torno a 350 yacimientos rupestres en Europa y un centenar y medio en la región astur-cántabra,lo que significa uno por cada tres o cuatro generaciones. Hay que pensar que hubo miles de asentamientos que se perdieron, bien por la subida de los niveles marinos, destruidos o no encontrados hasta ahora.  
La cueva de Tito Bustillo está situada bajo el macizo rocoso kárstico de Ardines, en el estuario que se forma en la desembocadura en el Mar Cantábrico. Su estructura caliza (Período Paleozoico Carbonífero-480 millones de años) provocó roturas y pliegues que, por erosión de miles de años, formaron las galerías internas, dolinas, simas y cuevas, permitiendo la entrada de aguas y formaciones de grandes coladas y masas estalactíticas y estalacmíticas por depósitos calcáreos de carbonato cálcico. Bajo la cueva y el macizo de Ardines discurre el río subterráneo de San Miguel, cuya corriente se escucha perfectamente en el interior de la cueva.  
El Arte Rupestre Paleolítico de la Región Cantábrica, fue declarada en 2008 como Patrimonio de la Humanidad UNESCO, y en este grupo hay 5 cuevas en Asturias: Tito Bustillo, La Peña Candamo, Llonín, Covaciella y El Pindal.

Placa UNESCO en entrada a la Cueva de El Pindal (Foto: Nacho SM)

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Cabra Montés

Recordaba la cabra que estaba tallando. Era un espléndido ejemplar de cabra montés, un macho fuerte y musculoso. Tenía una poderosa cornamenta curvada con los anillos de crecimiento, y barba en la parte inferior de la cabeza. Un hocico sobresaliente y ojos grandes le daban una expresión salvaje, y en estado de alerta.

Como era un objeto pequeño, Stari utilizaría sus piedras de sílex, pedernal y obsidiana, comenzando por dar la forma general a la cabeza por el sistema de abrasión por ambas caras, luego recortaría el contorno para detallar el perfil de la forma redonda de la boca, las fosas nasales y los ollares, delimitando la oreja, la barba y el extremo superior de la cornamenta, trabajando siempre en las dos caras para conseguir la mejor simetría. Haría las perforaciones cilíndricas necesarias para los ojos, y el agujero de las orejas, con la forma alargada y abocinada para evitar la rotura por rozamiento de la tira de cuero de colgar. Finalmente procedería al modelado del relieve superficial y la decoración, mediante grabado con finos trazos para imitar la textura de pelos y músculos. Acabaría el trabajo incrustando pasta de colorante rojo en los ojos para darle vitalidad.

Cabra Montés alerta (Fuente: Arte Paleolítico en Asturias) y colgante de Cabeza de Cabra de la Cueva de Tito Bustillo. Magdaleniense Medio (Museo Arqueológico de Asturias)

Cabeza de Cabra de la Cueva de Tito Bustillo (Museo Arqueológico de Asturias). Fuente: Nutcrakerman - Wikipedia


La Cabeza de Cabra tendría unos 8 cm de largo, 2,5 cm de altura y 1,5 cm de espesor. De bulto redondo, estaría tallada en las dos caras. Pesaría poco, sería ligera y lo bastante llamativa, por su simbolismo, como para identificar a Selgair, hijo mayor de Stari, como el Jefe de los Cazadores  de la Cueva.


Cazador-recolector con colgante de la Cabeza de Cabra de la Cueva de Tito Bustillo
(Ilustración: Bernard Magnaldi)

El colgante de Cabeza de Cabra, de la Cueva de Tito Bustillo, está expuesto en el Museo Arqueológico de Asturias, pero en el Centro de Interpretación, anexo a la cueva, podemos ver una reproducción. Es una de las obras de arte mueble más importantes del Magdaleniense, no solo por su valor artístico, sino porque pone en relación el arte mueble asturiano con el cántabro, vasco y el más lejano del Pirineo Francés y las regiones Atlánticas y Centrales de Francia. 
Las cabezas de cabra tienen paralelismos formales comunes en estos contextos, repitiendo formatos, material, relieves, técnicas y forma de colgar. Son objetos comunes desde el Magdaleniense Medio y se tallan a partir de huesos hioides de ciervo, equinos o bóvidos. Los restos de colorante rojo, en ojos y perfil, indican que los contornos podrían estar pintados a fin de aumentar el efecto realista, lo que le daría un carácter simbólico o religioso, compartido por identidad de forma con otros colgantes similares en los ámbitos geográficos mencionados. 
La mejora del clima, la desaparición de las barreras de hielo centro europeas, y el aumento demográfico propiciaron la comunicación social, cultural y los intercambios de objetos a través de la franja costera. Aparecieron nuevas técnicas de producción y materiales como el hueso y el asta, tanto en útiles domésticos y de caza, como en objetos de adorno, incrementándose la producción y variedad del arte mueble. 
De esta manera las cabezas de caballo y de cabra, se convierten en objetos de comunicación o en símbolos que denotan un status social en quien los lleva. En los grandes santuarios rupestres magdalenienses, donde se concentraban ocasionalmente grupos humanos variados para determinados fines, el arte mueble adquiere mucha importancia en el Magdaleniense Superior Final, para desaparecer en el Período Neolítico con el abandono de la cuevas como hábitat. Es un tipo de arte vinculado al sistema de vida del homo cazador recolector, pero que desaparecerá con el sistema de vida basado en la producción, en el entorno del 10000 Bp

El autor fotografiando la reproducción en el Centro de Interpretación de Tito Bustillo (Foto: Nacho SM)

Dykyy-Kin'

¡¡¡ Stari, despierta...¡¡¡ weik...¡¡¡ weik...¡¡¡
Llara, la mujer pintora de los caballos de la cueva, le daba fuertes meneos en los hombros para despertarle. Hacía calor y el anciano se había dormido en la boca de la cueva. Cuando consiguió quitarse el sopor del sueño vio que ya había amanecido, pero estaba nublado. Miró asustado a la pintora...

¡¡¡ Stari, rápido...ven...¡¡¡
Se levantó desorientado, pero con el punzante dolor lumbar de espalda consiguió espabilar. La niebla llegaba hasta la misma orilla del Sella, de tal manera que no se veía el río. Como pudo, y en silencio, siguió a Llara en dirección norte, a la izquierda de la cueva hasta el primer meandro que daba a la franja costera. De repente, ella le mandó parar, agacharse y gatear hasta unas rocas. Cuando la niebla se fue disipando le señalizó la dirección y allí estaba. Un caballo salvaje y su potro, fundidos entre la niebla y los árboles... una imagen que causó una profunda impresión en Stari. Nunca había visto un caballo así.

Tarpán salvaje de las estepas (Recreación: animalesextincion.es)

¡¡¡Dykyy-Kin'...¡¡¡ le susurró al oído Stari a Llara, señalando al Caballo salvaje.
El afinado olfato del caballo había detectado su presencia, emitiendo un suave relincho, lo que era una buena señal de bienvenida. Le estuvimos observando un buen rato mientras pastaba. Había llegado desde el Este, como todos los animales extraños, desde las tierras del sol naciente hasta las nuestras, a través de la franja costera. La suciedad de sus patas y su musculatura, indicaban que había estado desplazándose toda la noche, recorriendo muchos kilómetros.

Tarpán salvaje de las estepas (Recreación: animalesextincion.es)

Era un caballo de pelo corto y tupido, lo que indicaba su procedencia de tierras de climas fríos. Su color era gris violáceo, con patas negras y bandas horizontales o cebraduras, no muy marcadas en las patas delanteras. Tenía raya dorsal de pelo negro, y largas crines oscuras con vetas pardas, casi amarillas, cabeza chata y estrecha con largas orejas, ojos pequeños siempre cubiertos por el flequillo de la crin. El perfil facial era cóncavo y de color negro, pero destacaba su cuello corto y muy ancho. Su aspecto de fortaleza y poderío se incrementaba con sus movimientos pausados, dándole un porte salvaje, magnífico y noble.

En un momento dado Stari se incorporó lentamente, y se quedó mirando fijamente al caballo. Aunque estábamos a una veintena de metros, nos miraba quieto, emitiendo leves resoplidos por su nariz. Al cabo de un tiempo emitió un fuerte resuello, lo que indicaba que el animal percibía una situación desconocida, un hipotético peligro, y daba por finalizado el encuentro. El cruce de miradas duró un largo rato, pero al punto se dio la vuelta, y con su potro salieron al trote hacia la franja costera, perdiéndose entre la bruma de la niebla.

Tarpán salvaje (Recreación: Noticaballos)

En los días siguientes al encuentro, Dykyy-Kin' (así le había llamado Stari), y su potro no se dejaron ver por los alrededores del río Sella.
El anciano no paraba de pensar en el caballo, su color, su mirada fija, su aspecto salvaje, el porte orgulloso y altivo, el sonido de su resoplido ¿Desde donde habría venido? Parecía inteligente, capaz de leer la mente... 

Por su morfología parecía resistente a los climas fríos y las bajas temperaturas. No era la primera vez que veían animales procedentes de otras latitudes, pero como Dykyy-Kin' no había conocido ninguno. Era diferente, sostenía la mirada con persistencia y seguridad, emanaba poder ... Soñaba con él, necesitaba tocarle, acariciarle y hablarle. Su espíritu estaba entrando poco a poco en la mente de Stari. Le estaba poseyendo ... Tenía que consultarlo con el Chamán de la cueva.

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El Tarpán o Caballo Salvaje ( Equus Ferus Ferus) es el más antiguo de los caballos salvajes de Europa y Asia, y antepasado de los caballos ligeros actuales. Proceden de las estepas y bosques del Este de Europa y los caucásicos del Sur Oeste de Rusia. Les gustaba pastar en las zonas pantanosas inundadas en las que, por su fuerza, se movía con facilidad.
Tras la última punta glacial del Solutrense su población se redujo, lo que les obligó a desplazamientos migratorios de supervivencia, llegando hasta el estuario del río Sella, a través de la franja costera cantábrica. Fue su aparición más occidental, quedando registrada en el Panel Principal nº10 de la Cueva de Tito Bustillo. Momento que situamos en el transicional del Magdaleniense Medio al Superior, en el entorno al 13000 Bp.  
Se dividen en dos grupos: el Caballo Tarpán de las estepas y el de los bosques. Sus características le permitieron vivir en territorios con temperaturas medias inferiores a 0º C, mientras que su fortaleza les posibilitaba desplazarse largas distancias, y mantener un ritmo de hasta 12 horas seguidas al trote.  
El Tarpán fue utilizado por los celtas, los hititas y los griegos para sus carros de guerra y como caballos de carga. El último ejemplar de Tarpán murió en el zoológico de Moscú en 1866, por lo que es una especie extinguida. 
Junto con el Tarpán convivió una subespecie llamada Caballo Przewalski, o caballo salvaje mongol centro asiático, que mostraba importantes cambios fisonómicos, en el color de la piel, cuello, patas y en el aspecto salvaje. Hoy es la única subespecie existente del caballo salvaje, estando al borde de la extinción, aunque sobrevivió gracias a su hibridación continua con el caballo doméstico gracias a algunos naturalistas, y dando lugar al caballo ligero actual en sus distintas razas. 
Ambos caballos convivieron desde los tiempos glaciales Riss y Würm y en los interglaciares desde el Paleolítico Inferior, desplazándose por Europa y llegando hasta nuestras costas en el magdaleniense superior, en tiempos posteriores al Tarpán. Varios ejemplares del Caballo Przewalski, dejaron también el recuerdo de su visita, y su impronta en la cueva, entre ellos una cabeza de caballo pintada en línea negra y aprovechando las fisuras de la roca para dar forma y textura al pelo, crines, orejas, hocico y pecho, podemos verla en posición aislada en el techo del Panel Principal de Tito Bustillo, siendo además uno de los símbolos de la Cueva.
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Faltaban 3 días hasta el encuentro. El chamán había tenido visiones, trascendiendo al espíritu de Dykyy-Kin'. Según ellas el encuentro con LLara y Stari se produciría al amanecer del siguiente plenilunio, en el arenal del primer meandro. Asimismo, en su trance había visto un espacio en la Sala Principal de las Pinturas Sagradas, que estaba a la derecha de la entrada a la cueva. Allí mismo estaba la sima kárstica, un abismo de caída libre de 20 mt al río subterráneo. Era la más importante de las doce salas que tenía la cueva.

El espíritu del caballo, sería pintado encima de las más antiguas, pero sin superposición, en una franja próxima a la bóveda del techo de la Sala. Llara lo pintaría en su perfil derecho, pero en perspectiva uniangular, a fin de que se vieran las cuatro patas, insinuando movimiento. Aprovecharía una de las grietas de la roca como figuración de suelo. De esta forma permanecería entre ellos para siempre, formando parte de la memoria de la cueva, habitada durante veinte milenios atrás ...

Tarpán salvaje (Artimalia.Dibujo Amaya Oyón) - Tarpán Recreación (Fuente: EcuRed)

Por la interpretación de los humos de la danza ritual, Dykyy-Kin' quedó satisfecho. La imagen a pintar provenía de la visión que el chamán percibía del cuerpo espiritual del animal, según la información que los dos testigos le transmitían. La excepcionalidad de pintar su perfil polícromo exacto, en la oscuridad más absoluta de la cueva, le elevaba a la categoría de sagrado. El Panel Principal, solo era visto en circunstancias concretas, o cuando la cueva era utilizada para ceremonias colectivas como centro de reunión. Tito Bustillo está en el grupo de los Santuarios Magdalenienses más importantes de Europa.



Aún era de noche cuando llegaron al arenal, pero aunque había luna llena, el cielo estaba cubierto de nubes que amenazaban tormenta. Por la tarde llovería. Stari lo sabía porque sus dolores lumbares habían aumentado. La humedad de esta tierra iba a acabar con él. Decidió masticar un buen trozo de corteza de sauce blanco. Le haría un efecto rápido y, llegado el momento, tendría más facilidad de movimientos. 

Se acomodaron en unas rocas gastadas, bajo un fresno. Una pequeña franja de prado al fondo de una playa de arena y canto rodado hasta la orilla del meandro del río. En total unos 20mt de distancia. Siguiendo el curso del río se llegaba a la franja costera, siempre tan misteriosa en las horas del amanecer.

Desde allí llegó el sonido del trote. Al punto se pusieron en pié, avanzando unos pasos hasta entrar en la arena, y parando cuando apareció. Llara retuvo a Stari cogiéndole por el brazo. El caballo cambió del trote al paso, parando justo enfrente de ellos. Permaneció quieto un rato, como en estado de alerta, y agachando su cabeza abrevó en el río. A continuación alzó su cabeza y relinchó, mirando en dirección a las Montañas de Onís.

Tarpán Recreación (Fuente: Kryptozoologie-online.de)

Durante un largo rato se quedó quieto, como si quisiera mostrarles su alzado derecho, el perfil que iba a pintar Llara en la cueva. El anciano le dio un codazo a la joven pintora, para que se fijara en todos los detalles. De repente el caballo sacudió la cabeza varias veces, aireando y exhibiendo sus largas crines, como tratando de reafirmar su autoridad, emitió un fuerte relincho, se dio media vuelta y partió al galope por donde había venido. 

Por si acaso regresaba, aprovecharon para poner en el suelo de arena, a 10mt delante de ellos, su regalo al caballo: unas hojas maduras de fresno en las que depositaron una selección de frutos: manzanas, maguchas, guindas, tapaculos, y juncia real. Una vez colocado todo se retiraron unos pasos hacia atrás. El anciano se reservó unas ablanas peladas y nueces, que tenía guardadas en los bolsos de su abrigo.

Tras una larga hora, el caballo regresó al trote, parando en la orilla otra vez. Tras sacudir la cabeza resopló varias veces, permaneciendo quieto, firme, mirándoles altivo y dejando ver sus largas crines. Su porte erecto y salvaje inspiraba autoridad.

-Dykyy-Kin'...ven - el anciano lo repitió varias veces, acompañando la invitación con gestos amables y expresivos de brazos y manos.  
-Dykyy-Kin'...acércate, no tengas miedo, te traemos un regalo. Son los mejores frutos de nuestra tierra, los preferidos de nuestros caballos - Stari, que se había adelantado, señalaba las hojas del suelo -
-Dykyy-Kin'... prueba nuestros frutos y también las hojas. Son de fresno. Las dejamos secar al aire y las untamos con aceite de la sámara, su propio fruto, y un poco de sal de nuestro mar, y se comen pasados tres días. Mira, estas otras de color rojo son los tapaculos. Tienen un sabor dulce muy agradable, que te gustarán ... y estas otras...

Tarpán Recreación (Fuente: Pixabay.com)

El anciano hablaba ya en voz normal y gesticulaba como si el caballo lo entendiera, explicándole todos los frutos, uno por uno, y sus virtudes. Le había puesto nervioso la impavidez del caballo, que seguía quieto, impertérrito, con la cabeza levantada y mirándole fijamente. Cuando terminó con la exposición de los frutos, quedó callado. Estaba sudando, exhausto y le temblaban las manos. Stari dió un paso atrás, dejando los brazos colgados, incapaz e impotente. Mientras tanto Llara se acercó despacio haciendo el gesto de guardar silencio.

Durante un rato, los tres mantuvieron un cruce de miradas en tenso silencio, que se rompió con un fuerte resoplido. Dykyy-Kin' sacudió su cabeza exhibiendo sus largas crines y comenzó a caminar hacia las hojas, que estaban perfectamente alineadas en el suelo. Las olisqueó todas, una por una, deteniéndose en las manzanas. 

Con un movimiento rápido, atrapó con la boca una de ellas, que devoró con gestos y sonidos imperceptibles. Emitió un resoplido final, que entendieron de agradecimiento, y elevando la testuz caminó unos pasos hacia el anciano. 

Con la cabeza erguida Dikyy-Kin' y Stari quedaron frente a frente, a la misma altura. La serenidad del caballo contrastaba con el nerviosismo del anciano, que había perdido el control de la situación. 

Tarpán Recreación (Fuente: Pixabay.com)

Pero lo único que se le ocurrió a Stari fue acertado. Metió su mano izquierda en el bolso cogiendo un puñado de ablanas peladas, y extendió su temblorosa mano frente al caballo sin evaluar las posibles reacciones del animal. Con la mano derecha hizo lo mismo, cogió un puñado de nueces, también peladas y se las ofreció al caballo. Dykyy-Kyn' se quedó mirando, con la cola y las orejas levantadas...

El caballo dio un paso al frente, y bajando la cabeza olfateó con calma lo que Stari le ofrecía. Acto seguido y con extrema delicadeza comió de sus manos. El caballo levantó la cabeza, sacudiéndola mientras emitía un resoplido, y mientras tanto el anciano comprobó que las palmas de sus manos estaban secas. El caballo lo había comido todo sin tocar sus manos. El anciano sabía que lo que había pasado suponía una declaración de fidelidad, un hermanamiento, al que se sumó Llara ofreciéndole más ablanas y nueces. 

Ya era de día...Dykyy-Kyn' se dejó acariciar. Media alrededor de 1,40mt de altura hasta la cruz, y 1,70mt con la cabeza erguida. Todo su cuerpo era peludo, pero en su musculoso cuello y cabeza el pelo era más oscuro, casi negro, corto, suave y tupido. En las patas delanteras tenía unas rayas de pelo negro. Dependiendo de cómo le diera la luz, el caballo era violeta o gris pardo. La espesa crin era de pelo liso y largo, de color pardo oscuro casi negro, con vetas amarillentas. Stari no paró de hablarle mientras le acariciaba y miraba para apreciar todos los detalles. Era su nuevo amigo. Cada poco, Llara le daba de comer en su mano lo que estaba en las hojas.

De repente se separó de ellos, levantó su cabeza y relinchó... Su fino oido había captado algo. Se retiró unos pasos hacia atrás y emitió un potente relincho agitando su cabeza. A continuación dio varias vueltas sobre sí, levantando encabritado sus patas delanteras. La última la hizo frente a ellos. Una vez en el suelo sacudió su cabeza, aireando el pelo de sus espléndidas crines, cuadró los músculos de sus vigorosas patas y, exponiéndonos su mejor alzado, partió al galope hacia la franja costera. Les pareció una despedida. 
Fue la última vez que vieron a Dykyy-Kyn'.

Llara

Pasados unos días, el chamán autorizó a la mujer artista el inicio de la pintura del caballo, en el Sector Central del Panel Principal de la Galería. Estaba situada muy cerca de la entrada, a la derecha del vestíbulo, sobre el río subterráneo. Un espacio utilizado para celebraciones sagradas rituales, que estaba permanentemente a oscuras. Las grandes galerías presentaban paneles de pinturas, que estaban destinados a ser contemplados. Una mirada didáctica a la historia de la cueva, pero también a sus creencias. La presentación del caballo de Stari y Llara, sería una de esas ocasiones en las que todos los habitantes de la cueva, y del valle, se reunirían. Una tradición que convertía la Cueva en Santuario, y que se perpetuaría en forma de creencia durante más de 15.000 años. El caballo violeta procedía de una visión chamánica y del contacto con su espíritu en la propia cueva, bajo el abrigo de los muros y los efectos alucinatorios de la oscuridad. Contacto espiritual confirmado por un contacto físico posterior, ratificaba la comunicación entre ellos y el caballo.

El caballo no tocaría las pinturas inferiores más antiguas de colores rojos y negros, y aprovecharía una grieta de la roca para simular el suelo. Asimismo sería representado en su tamaño natural 2,20 mt de longitud, y encima de otro, simulando una escena sincrónica. Se pintaría en su alzado derecho pero mostrando las cuatro patas, y perfilándose en línea negra de espesor variable, en las crines y la línea cérvico-dorsal. Sus patas se perfilarían en color negro al igual que las líneas horizontales de sus cebraduras. Pero el interior del cuerpo se rellenaría en color violeta plano con punteado, destacando del resto de los caballos conocidos y pintados en el Panel Principal. 

Caballo Tarpán en Panel Principal (Fuente: Nutcracker Man)

Unos días después el chamán les reveló el secreto para obtener el pigmento violeta: tendrían que buscar y moler flor de fuego, loto cárdeno, lágrimas de Arthas, solea, carolina, champiñón fantasma y gromsanguina. Como aglutinante usarían una mezcla de leche, miel, clara de huevo y agua.
  
Caballo Tarpán en Panel Principal (Fuente: Rutas con Historia)

Bajo estas directrices y decidida su exacta ubicación, los hombres construyeron un andamio para que Llara pintara con la máxima comodidad, pues tanto la altura hasta el suelo, de más de 3,00mt, como la adaptación al volumen del cuello del caballo, obligaba a pintar partes en posición horizontal. En el proceso contaría con la ayuda de un niño para darle la luz necesaria, y evitar que la pintora se diera sombra sobre su propio trabajo. El niño utilizaría una lámpara portátil de piedra tallada, y grasa de tuétano animal o cera de abeja, como combustible duradero por si tenia que dejar fija la luz.

En dos semanas el trabajo quedó terminado. Salvo el chamán, el niño y ella, nadie pudo verlo. Permanecería oculto en la oscuridad de la galería, hasta la siguiente reunión de familias y clanes del Valle del Río Sella y las Montañas de Onís. 

Stari regresaba todos los días al meandro, esperando ver el regreso de Dykyy-Kyn'.
Le había entregado a Selgair el colgante de la "Cabeza de Cabra", que le cualificaba como Jefe de los Cazadores de la Cueva, pero aunque había sido una gran fiesta, su mente estaba ajena a todo. El caballo extranjero le obsesionaba... le había mirado fijamente y había contactado con su espíritu. Nunca le olvidaría.


Solo ansiaba volver a ver a Dykyy-Kyn'... por las tardes se sentaba al sol, las pocas veces que asomaba entre las nubes, y lo hacía en el mismo banco de piedra de la orilla del río, donde talló tantas figuras y útiles de caza y domésticos. La última fue la "Cabeza de Cabra". De repente se sintió viejo... cada vez le dolía más la espalda, la pierna izquierda y el pie, y apenas podía caminar sin ayuda. Se retiraba pronto, antes del anochecer. Prefería aislarse del grupo, abrigarse bajo las pieles, cerca de la hoguera, en la boca de la cueva...recordar su vida y pensar que montaba y cabalgaba el caballo violeta, dirigiéndose al galope con él, hacia la franja costera, hasta más allá de la niebla.

El día de la reunión del valle, en la sala del Panel Principal, fueron presentadas las figuras de un reno, y del caballo violeta, causando ésta admiración entre los chamanes, artistas y jefes de las otras familias del Río Sella y de los Montes de Onís. Nadie había visto aquel caballo tan extraño... y pensaron que, quizás, más que un caballo real había sido un espíritu que se les había manifestado, pues el caballo era diferente a todos, y la pintura superaba en belleza a las demás. 

Había mucha gente en la cueva, y al fondo estaba un anciano, apoyado en un gran bastón, encorvado y solo. Cuando las lámparas iluminaron el caballo, los que estaban al lado notaron, por el ruido, que el anciano se había caído al suelo. Se agacharon cogiéndole con cuidado para ayudarle por si se había herido, y vieron que su temblorosa mano derecha sangraba por la caída y señalaba un punto del Panel. Pero solo oyeron que balbuceaba repetidamente unas palabras muy extrañas... Dykyy-Kin'...Dykyy-Kyn'... 
Fue lo último que dijo antes de morir.

Ven cerca mío, caballo violeta 
tu sangre es furia, no es nuestro el río 
extraña luna, nos cubres de sal junto al mar 
déjame en ti, ya soy parte de tu alma 
ven cerca mío, caballo violeta 
tu sangre es furia, no es nuestro el río 
presientes el viento al decirme adiós 
cuidaré bien de tu valle

Letra de la canción "Caballo Violeta" (Illya Kuryaki & The Valderramas)

Epílogo

Tarpán de Kherson. Foto 1866 (Fuente: Wikimedia Commons)

Es la única fotografía de un Caballo Tarpán vivo. Tras su captura en la estepa de Zagradovsk, fue llevado al zoo el 29 de Mayo de 1884. Murió en el Zoológico de Moscú en 1875. Tenía 18 años, era de color gris oscuro con una mancha blanca en la tibia frontal izquierda. 
Su altura de cruz era de 1,33 mt. 
No era un espécimen puro, estaba desnaturalizado debido a las sucesivas hibridaciones a las que fue sometida su raza, a la degradación secular genética y al trato recibido en el zoológico. Pero fue el último... Con el Tarpán de Kherson se extinguió la raza pura del caballo salvaje del Paleolítico, el Tarpán de las Estepas y los Bosques, el majestuoso caballo violeta que llegó a nuestra tierra por la franja costera desde tierras desconocidas, el caballo con el que soñaron los protagonistas de esta historia, y que quedó inmortalizado para siempre en el Panel Principal de la Cueva de Tito Bustillo, en Ribadesella.

                        Video: TARPAN : Repainting An Ancient Picture ( Horsefly Films)

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
-El Arte Paleolítico deTITO BUSTILLO. Ménsula Ediciones (Miguel Polledo González)
-El Arte en La Prehistoria. UNED. (Mario Menéndez, Martí Mas, Alberto Mingo)
-Los Chamanes de la Prehistoria. Ariel Historia (Jean Clottes, David, Lewis-Williams)
-Los Santuarios Exteriores en el Paleolítico Cantábrico. Complutum (J.Fortea Pérez)
-Dataciones de la Cueva de Tito Bustillo.Trabajos de Prehistoria CSIC. (Alfonso Moure Romanillo)
-El Panel Principal de la Cueva de Tito Bustillo. Ars Prehistórica. (Balbin Berhmann y Romanillo)
-Arte Mueble en Tito Bustillo. Veleia. Los Ultimos trabajos (Balbin Berhmann, Javier Alcolea)
-Wikipedia, Wikimedia Commons, Website Oficial Cueva Tito Bustillo, Blogs y Website especializadas de Prehistoria, de Turismo, y Oficiales del Principado de Asturias, etc.