martes, 31 de diciembre de 2013

Puente sobre el Rio Khwae Yai


Todos los turistas iniciamos el recorrido por el puente silbando la célebre "Marcha del Coronel Bogey" , una melodía militar británica que los soldados silbaban al desfilar, y que se ha convertido en un clásico de la Historia musical del Cine. Fue el tema central de la Banda Sonora de la película "El Puente sobre el Río Kwai", obteniendo uno de los 7 Oscar que la Academia de Hollywood le concedió en 1957.



La Película está basada en la novela homónima de Pierre Boulle, publicada en 1952, y está ambientada en la Segunda Guerra Mundial, en el campo de concentración japonés de Tamarkan de prisioneros malayos, birmanos, ingleses, holandeses, americanos y australianos ( en total unos 60.000), próximo a la frontera entre Thailandia y Birmania. El Comandante japonés Saito, director del Campo, ordena en 1943 al Coronel inglés Nicholson, al frente de los prisioneros, que construya un puente en plena selva, y salvando el Río Kwae Yai, denominado más tarde Kwai. Este puente formaría parte de un inmenso proyecto de la línea de ferrocarril birmano-siamesa, de más de 400 Km concebida por los japoneses, después de que los aliados bloquearan sus rutas marítimas en 1942. La línea transcurriria desde Nong Pladuk, 50 km al sureste de Kanchanaburi-Thailandia hasta Thanbyuzayat, cerca de la costa birmana, con la intención de acceder a los dominios británicos de la India


El primer puente sobre el río Kwai,  se construyó en madera, utilizando prisioneros en condiciones de esclavitud, y turnos de 18 horas. En los trabajos de la línea del ferrocarril de la muerte, así lo llamaban, murieron más de 16.000 prisioneros aliados, y más de 80.000 asiáticos, por las penosas condiciones: esclavitud, malaria, cólera, nula alimentación, torturas, lluvias torrenciales, la propia selva, etc...Se dice que murió un hombre por cada traviesa de la línea. La extrema dureza en el código samurái de los japoneses, que despreciaban a los prisioneros de guerra, les privaban de los derechos que les asistían en virtud de la III Convención de Ginebra, ratificada por Japón en 1929 que prohibía el uso de trabajos forzados. En 1943 se abandonó el trabajo del puente en madera por otro puente construido en hierro. Este fue bombardeado en repetidas ocasiones durante 1944 por las fuerzas aéreas norteamericanas, quedando fuera de servicio.
El Puente que hoy vemos, fue construido por los japoneses, con estructura metálica traída desde las factorías de Osaka, sobre pilas de hormigón armado, como parte de las reparaciones de guerra. No obstante perviven algunas cerchas en arco del puente original metálico

Acercándonos al Puente desde Kanchanaburi. Foto Nacho SM
                                                                      
Tras visitar los 2 impresionantes Cementerios  militares de los aliados, en Kanchanaburi, a 130 km de Bangkok, donde hay 1.740 tumbas de británicos, australianos y holandeses, 6.982 lápidas y un pequeño pero sobrecogedor museo que explica, a través de objetos, fotografía, planos... las condiciones de vida y las fases de construcción del puente, nos dirigimos en lancha hacia el histórico Puente sobre el Río Kwai


Recorrido por el Río Kwai. Fotos: Nacho SM
                                                                                       
La subida desde el embarcadero al puente se realiza silbando la célebre canción. No deja de ser curioso ver a gente de todas las razas y países del mundo silbando la Marcha.

Sobre el Puente. Foto: Nacho SM
                                                                                                      
Debido a la gran afluencia de veteranos de guerra y familiares de las víctimas, al que hay que añadir el turismo, tanto nacional como extranjero, el puente es ahora accesible, disponiendo de seguridad reforzada para las visitas, consistente en barandillas y planchas de acero lagrimada entre los pontones que sujetan las vías, perfectamente integradas en la estructura original, la cual carecía de estos elementos.

Sobre el Puente. Fotos: Nacho SM
                                                                                                             
Detalle de la estructura. Foto: Nacho SM
                                                                                                            
La estructura metálica del puente original es a base de cerchas en arco compuestas de 2 L, unidas a tope por el ala mayor formando una T, cuya unión es mediante roblón de acero (similar a un tornillo pero sin rosca) siguiendo la técnica de la época. Introducido el roblón por los agujeros, la punta opuesta a la cabeza se calienta hasta alcanzar temperatura de moldeo dándole la forma de la cabeza : abombada, esférica o plana.

En Kwai ( siguiendo el modelo constructivo de Gustave Eiffel), las cabezas del roblón son esféricas. Las péndolas diagonales de arriostramiento son sin embargo atornilladas. El hierro utilizado, producido en alto horno, se refina con la técnica de pudelación y posterior laminación, eliminando así el azufre y rebajando el carbono hasta obtener un hierro forjado. El metal es así más puro, con altas prestaciones mecánicas, y resistente a la intemperie. Requisito imprescindible dado el altísimo porcentaje de humedad del país y de la zona en concreto. Sabido es que en el sudeste asiático llueve casi todos los días. Suele caer un chaparrón que dura 1 hora aproximadamente, pero al cabo de otra hora está todo nuevamente seco

El tren turístico. Fotos: Nacho SM
                                                                                                  
De la línea de ferrocarril original quedan unos 70 km en servicio, que son utilizados para trayectos escolares didácticos y turísticos. Así, un tren recorre cada hora el puente en ida y vuelta, a muy baja velocidad produciéndose la consiguiente algarabía de saludos entre la gente que visita el puente y los viajeros del tren, que a su vez tiran flores y besos. Cuando en el tren viajan escolares es mucho más divertido. Dada la escasa anchura de la estructura, cuando pasa el tren no queda hueco para la gente, por lo que se han dispuesto unos balcones metálicos en voladizo sobre el río, a ambos lados, encima de las pilas de hormigón y en el espacio entre cada 2 cerchas, a fin de tener un hueco para apartarse sin peligro cuando viene el tren turístico... y poder hacerle las fotos de rigor.

Para finalizar, todos los años se celebra un Festival para conmemorar el bombardeo  aliado del 28 de Noviembre de 1944. Luces y guirnaldas de flores decoran el puente. Espectáculos nocturnos de Luz y Sonido, fuegos articiales, fiesta, música, danzas, degustaciones, etc, añaden color y alegría por ambas riberas del río, tanto abajo como arriba. Es de justicia destacar la amabilidad, hospitalidad y alegría natural de l@s thailandes@s.

Recuerdo personal. Foto: Nacho SM
     
Y tras el posado final junto a las bombas que marcan la cabeza del Puente sobre el río Kwai( las que cayeron en realidad),  lo mejor es lanzarse al gigantesco mercadillo que hay a pocos metros, lleno de tenderetes de bolsos de Prada, Luis Vouitton, calzado deportivo, etc... de igual calidad que los auténticos, relojes rolex, tagheuer... que duran tanto como los de verdad, artesanía popular, frascos con bichos para la salud sexual, budas de mesa, maderas lacadas, pañuelos de seda...chiringuitos de comidas rápidas típicas inimaginables, restaurantes, teterías... y un universo entero de colores, voces y olores, que todos los días recibe cientos de visitantes de todo el mundo, después de haber paseado por el puente silbando la Marcha del Coronel Bogey

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